Rockers vs mods: una expo de Miguel Trillo celebra los 60 años de la madre de todas las peleas

La Inglaterra juvenil de los años 60 se debatía entre los rockers y los mods. Los primeros vestían chaquetas de cuero, llevaban tupé y patillas y se piraban por el rock and roll. Los segundos vestían trajes y parkas, se desplazaban en scooters y gustaban del pop y el rythm & blues. Ambas facciones se identificaban como enemigas acérrimas, y el punto álgido de esa enemistad llegó en mayo de 1964, cuando las dos tribus se liaron a palos en una multitudinaria pelea en una localidad costera del sur llamada Brighton. Los disturbios se prolongaron durante dos días, pero la rivalidad no cesó en los años sucesivos, como bien retrató la película 'Quadrophenia', con banda sonora de The Who.

Se cumplen 60 años de lo que se ha denominado la Batalla de Brighton, o Segunda Batalla de Hastings, conmemoración que sirve de excusa para la exposición 'Chupas & Parkas', que puede visitarse gratuitamente en el Museo de Antropología de Madrid del 18 de mayo al 22 de septiembre, enmarcada dentro del ciclo Culturas urbanas.

La muestra recorre la coexistencia de rockers y mods desde aquella pelea urbana fundamental hasta nuestros días bajo la guía de Rubén Olivares Rosell y Dani Llabrés, grandes conocedores de ambas culturas. Así, asistimos a su popularización en el swinging London, su revitalización a finales de los 70 influyendo en nuevos movimientos como el punk y el arraigo que también tuvo en nuestro país ya en los años 80, convirtiéndose en una de las corrientes claves de la new wave y el post-punk.

Miguel Trillo, la mirada de las subculturas de los 80

La exposición incluye un buen puñado de objetos, prendas e incluso motos cargados de vivencias, fruto de la generosidad de rockers y mods que han compartido sus colecciones, pero lo que la convierte en una cita imprescindible es la sección 'Los ritmos de la calle. Rockers y mods en Madrid 1980-1990', un conjunto de instantáneas de Miguel Trillo, el fotógrafo que retrató la escena musical y la contracultura de los 80. Su objetivo capturó retratos, imágenes, indumentarias, escenas de baile y actuaciones musicales de una sociedad en proceso de transformación.

En un país intoxicado por colores y ritmos nuevos, drogas desconocidas y disputas antiguas, las peleas entre rockers y mods estuvieron a la orden del día. El estreno de 'Quadrophenia' animó a muchos chavales a imitar a sus protagonistas y hacer algo parecido a lo de Brighton. Madrid, es cierto, no tenía playa, pero sí tenía Rastro y muchos otros lugares perfectos para que las pandillas cruzaran puños, o más peligroso, navajas.

El final de una época

Aquellas peleas se solían saldar con alguna nariz rota y costillas magulladas, pero todo llegó a un punto de no retorno una noche de marzo de 1985, frente al mítico Rock-Ola. Un enfrentamiento entre mods y rockers se saldaba con la muerte de uno de estos, Demetrio Lefler, un mulato que ni siquiera tenía 20 años. Al parecer, había sacado una navaja y uno de los mods se la arrebató, apuñalándole varias veces hasta causarle la muerte. Aquella tragedia significó el cierre definitivo del Rock-Ola y, de alguna manera, el fin de la Movida madrileña tal y como se había conocido hasta entonces.

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