Dicen que mientras más alto subas, más dura será la caída. A pesar de ser uno de los abanderados del grunge -que no eran ningunos niños de su casa-, de tener durante su juventud el comportamiento habitual de una estrella de rock, a pesar de sus demonios interiores desatados por la pérdida de dos amigos tan cercanos en diferentes etapas de su vida como Kurt Cobain y Taylor Hawking, Dave Grohl se gozaba hasta hoy de una bien ganada reputación de 'hombre de familia' dentro de la industria.
"Recientemente me he convertido en padre de una niña nacida fuera de mi matrimonio -comunicaba el propio músico en sus redes sociales-. Mi plan es ser un padre amoroso y apoyarla en todo lo que pueda". Grohl, que se prodiga mucho en familia, lleva a su madre a los 'talk shows', suele invitar a su hija a tocar con él en sus conciertos y es, en general, una especie de ejemplo de conducta familiar irreprochable, confesaba así pro propia a voluntad su 'caída'.
Se ignora, de momento, la identidad de la madre de su hija aunque a tenor del comunicado del ex baterista de Nirvana, al parecer no tiene ni planea tener una relación con ella. "Amo a mi esposa y a mis hijos, y estoy haciendo todo lo que puedo por recuperar su confianza y ganarme su perdón", afirmaba en su breve comunicado.
Desde Luis Miguel hasta Arnold Schwarzenegger, con muchas las celebridades que se negaron durante años a reconocer a sus hijos, y dentro del propio mundo del rock abundan los hijos 'ilegítimos' o 'abandonados' por sus padres. Julian Lennon tiene un trauma de por vida por el abandono de su padre cuando este se fue con Yoko, y Liv Tyler supo recién a los diez años que era hija de Steven Tyler. No parece ser el caso de Grohl quien dentro de su modelo de conducta 'ejemplar' ha decidido tomar cartas en el asunto antes que este salte a los tabloides y se genere cualquier tipo de escándalo.
"Os pedimos consideración para todos los niños implicados en este asunto, del que estamos intentando salir juntos", concluía su mensaje.