Joaquín Sabina viene despidiéndose por lo menos desde 'Lo niego todo', álbum que a lo tonto ya es de hace siete años. Desde entonces los temas que ha ido publicando con Leiva, las giras, el documental, las declaraciones... todo tiene un inevitable halo crepuscular, entre el inventario personal y el auto homenaje. Y la nueva canción que acaba de publicar por sorpresa, 'El último vals', incide en ese sabor a (pen)última ronda.
El tema, escrito por el propio Sabina junto a Benjamín Prado y producido por Leiva -su escudero habitual de los últimos años-, lo define su discográfica como "un guiño canalla al mundo" ante el momento vital que vive el artista tras el anuncio de su retirada. En realidad, otro capítulo más de esa saga de canciones autorreferenciales en las que el de Úbeda coloca el foco de su voz agónica sobre sus triunfos y fracasos, virtudes y defectos, con el orgullo de quien no se arrepiente de nada de lo vivido.
Aunque en esta ocasión tan importante como la canción es el vídeo que la acompaña (su último vídeo, asegura), dirigido por Fernando León de Aranoa, que ya se encargó de armar el documental 'Sintiéndolo mucho'. La pieza muestra al autor de '19 días y 500 noches' en la barra de un pub decadente, apurando un whisky a solas, al tiempo que declama una letra que dice así: "Cuando no salga mi jeta en los diarios/ Ni los novios bailen ya 'Noches de Boda'/ Cuando sólo esté de moda si me caigo otra vez del escenario/ Cuando el otoño esté más loco que una cabra / Cuando cenes en el bar del hospital/ Cuando ensayen los colegas las palabras que dirán el día de mi funeral" .
Entonces van entrando poco a poco, y a modo de homenaje, como si fuera un funeral por adelantado, una pléyade de amigotes para tomarse una última copa con el protagonista. Primero aparece Leiva, luego Joan Manuel Serrat, y así van entrando Ricardo Darín, Benjamín Prado, José Tomás, Andrés Calamaro, Luis García-Montero, Ariel Rot, Jorge Drexler, Alejo Stivel, Juan Gabriel Vásquez... e incluso alguna mujer en segundo plano entre tanto señor: su pareja Jimena Coronado, y las hijas del cantante, Carmela y Rocío. Aunque sin duda el momento más emotivo es cuando el jienense brinda en la distancia con el difunto Javier Krahe, con quien Sabina empezó a labrarse un nombre con La Mandrágora.
“Si este va a ser, como él dice, el último videoclip de Joaquín Sabina, su último vals, no quedaba otra que salir a bailar con él. La canción tiene mucho de inventario, de despedida, de confesión. Nada más cinematográfico que hacérsela a un barman, a esa hora en que los bares a punto están de cerrar. Está en muchas películas, remite a los Nighthawks del cuadro de Hopper, al final de Fat City, la película de John Houston, en la que Stacey Keach busca con desesperación un interlocutor al otro lado de la barra, al que quizá después no tenga nada que decir”, explicaba León de Aranoa sobre cómo se hizo el vídeo.
Junto a 'El último vals', se han anunciado también las fechas del tramo español de la que se ha anunciado como última gira en recintos grandes del artista, 'Hola y adiós', que arrancará en Gran Canaria el 1 de mayo. Las entradas estarán a la venta el lunes 21 de octubre a las 12 horas a través de holayadioslagira.es y jsabina.com.