Se abre el telón. Sobre el escenario, 20 músicos y un director de orquesta. Tras los primeros acordes de los violines, violas y contrabajos y los primeros aplausos llega ella. Maria Callas vuelve con su fular rojo y su elegancia, pero esta vez, claro, en holograma. Con su magia de siempre y su virtuosismo en el silencio, en los gestos y en la voz, 'la Divina' hace vibrar, de nuevo, al auditorio.
La mezzosoprano recupera sus mejores temas como 'Casta diva', 'L'amour est un oiseau rebelle', 'O mio babbino caro' o 'Un bel di vedremo' para dar un auténtico recital en el primero de los conciertos que ofrecerá en el nuevo Gran Teatro Bankia Príncipe Pío de Madrid hasta el 21 de marzo. La Callas 'está de vuelta', y nosotros lo celebramos.
Su retorno ha sido posible gracias a la tecnología de la empresa Base Hologram, co-productora del show, y que hace "subir al escenario" de nuevo a la artista griega, que iluminó con su voz algunos de los escenarios más míticos del planeta, como el Royal Opera House de Londres, el Metropolitan de Nueva York, la Ópera de París o la Ópera de Viena.
Callas, que decía "habito en las canciones que canto", fue una de las voces más reconocidas del S.XX. Recuperarla para poder seguir escuchándola en la eternidad es un regalo para los oídos y la vista que, delante de este espectáculo visual, muchas veces no discierne la frontera entre estar delante de una artista renacida o ante un fantasma
Fue protagonista, posiblemente sin quererlo, de numerosas páginas en las revistas del corazón, aunque, como siembre contaba, "solo se sentía amada cuando cantaba". Callas falleció en 1977 a los 54 años, pero ahora su recuerdo permanecerá vivo gracias a las nuevas tecnologías.
En su concierto de holograma, la sincronización con la Orquesta Sinfónica de Bankia, dirigida por José Sanchís, es total y, en algunos momentos del espectáculo, no parece tanto que la cantante lírica hubiera resucitado como si las más de 1000 personas que ven el concierto hubieran vuelto al París de los años 70 para ver el show en directo.
Un juego de luces trabajado y ensayado que hace, por ejemplo, engañar al público con la sensación de que el director de orquesta, que dirige también los aplausos del público, le da una rosa roja a la diva en los compases finales del espectáculo. Un truco para despedir una actuación que, aunque no tenga bises, 'engaña' a nuestro cerebro durante hora y media y nos hace disfrutar de la maravillosa voz de la artista griega.
'Maria Callas en concierto' es el segundo evento que tiene lugar en el nuevo Gran Teatro Bankia Príncipe Pío, otrora Estación del Norte, un espacio recién inaugurado y que cuenta con una capacidad para 1181 personas en su configuración como teatro y más de 1990 con las gradas recogidas y como sala de conciertos.
Su principal impulsor, el empresario Luis Álvarez, comentaba para Uppers en la presentación del espacio que deseaba que este espacio se convirtiera en "un nuevo icono turístico de entretenimiento en Madrid, como el Moulin Rouge en Paris o L'Scala en Milan".
Para ello, durante este año girarán por el escenario, además del espectáculo de Maria Callas, 'El Sentido del humor', con Segura, Mota (socios también del proyecto) y Flo; 'A Chorus Line', producido por Antonio Banderas; el musical de Queen 'We will rock you' o el espectáculo de Jean Paul Goltier 'Fashion Freak Show'.
Además de la zona escénica, el proyecto pretende abrir una discoteca de música electrónica en la parte inferior y, quizás lo más atractivo, un restaurante de cuatro plantas en la llamada Torre de Poniente y que tendrá unas vistas espectaculares al Palacio Real, la Catedral de la Almudena y Madrid Río.
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