Casi seis años han tenido que esperar los fans de 'Stranger Things' para ver uno de los besos más deseados de la serie de ficción de Netflix. Aunque a priori puede parecer una serie enfocada a un público joven, lo cierto es que contiene varias intrahistorias y subtramas que engloban a todas las generaciones, desde los más pequeños hasta a los más mayores.
Por fin, en la última y cuarta temporada de 'Stranger Things' se produce el esperadísimo beso entre Jim Hopper y Joyce Byers, interpretados por David Harbour y la icónica Winona Ryder. ¿Qué tiene de especial este momento?
Es curioso que el único beso que se produce en toda esta cuarta temporada sea un beso entre dos adultos, ya que como comentábamos antes, la serie está dirigida sobre todo a un público joven.
También ha impactado la gran repercusión que ha tenido para todos los fans este momento: el jefe de policía de Hawkins y padre adoptivo de Eleven por fin concluía la tensión sexual y romántica con la gran madre de la serie.
Además, en los créditos los primeros en aparecer son Winona y David Harbour, por delante de los pequeños en un gesto simbólico y generacional que enfatiza esta importancia.
La participación de ambos actores en la serie de éxito de Netflix, les ha permitido volver a adquirir la fama que tuvieron años atrás. Es inolvidable el ángel que tuvo Winona en los 90. La dos veces nominada al Óscar y ganadora de un Globo de Oro era todo un icono en la época.
La actriz estuvo ausente durante catorce años tras momentos complicados como su ruptura con Johnny Depp, la depresión, el alcohol, su adicción a las pastillas, y un robo de ropa y accesorios, pero ahora está viviendo su mejor momento y ha recuperado su reconocimiento con este papel.
Por su parte, el actor David Harbour ha encontrado en Hopper el personaje de su vida. Ha sido este papel el que le ha impulsado a nivel internacional, aunque también se anunciase en 2017, que Harbour interpretaría al personaje de Hellboy en la película 'Hellboy: Rise of the Blood Queen'.
Sin duda, 'Stranger Things' no solo ha impulsado a nuevos talentos como los protagonistas más jóvenes, sino que ha devuelto el lugar que se merecen a otros más longevos que llevan años en la industria y que ahora brillan como nunca.