Calista Flockhart empezó su carrera interpretativa en Broadway hasta que llegó su gran oportunidad con ‘Ally McBeal’ a finales de los 90 que la lanzó a la popularidad mediática gracias a interpretar a la joven abogada que se unía a un prestigioso bufete. Cuando tomó la decisión de presentarse a la audición para el personaje protagonista se encontraba en Nueva York haciendo una obra de teatro, así que cogió un vuelo a Los Ángeles en el que coincidió con Jane Krakowski, que luego fue su compañera de reparto.
La comedia se convirtió en todo un éxito a finales de los 90 que la lanzó de repente a una fama a la que no estaba acostumbrada tras haberse dedicado principalmente al teatro. Aquel proceso de casting con el que logró el rol protagónico lo recuerda muy similar a una obra de teatro porque era “una sala entera de gente con trajes y no había cámara, ni maquillaje… Parecía una audición de teatro”, contó en Awards Chatter, podcast de The Hollywood Reporter.
La actriz, que recientemente ha dado vida en Lee Radziwill en ‘Feud: Capote vs. The Swans’, recuerda que en un principio llevó bien la fama porque sentía “que la gente estaba viendo y hablando de ello (la serie), y luego la gente empezó a debatir al respecto. Quiero decir, fue increíble. Ese es el objetivo, ¿verdad?”, se pregunta Flockhart.
Sin embargo, ese momento dulce llegó a tornarse en amargo durante un tiempo cuando la fama empezó a afectar a su ámbito privado al darse cuenta de que su anonimato y privacidad se habían perdido. “Los paparazis me seguían a todas partes. Creo que nunca me he adaptado realmente a ellos”, cuenta.
Por eso mismo, durante aquella época cada vez que veía a los fotógrafos lo asociaba directamente con que iban a escribir un artículo dañino sobre ella, lo que tuvo un efecto directo sobre su salud mental. “Decidí que lo único que podía hacer era quedarme dentro, así que dejé de salir de mi apartamento. Dejé de salir de mi casa, de salir y me aislaron. No quiero ir tan lejos como para decir que estaba deprimida, pero fue difícil. Fue todo un reto”, confiesa durante el podcast.
¿Y si no hubiese viajado hasta Los Ángeles para hacer la audición? Es una pregunta que hasta ella misma se ha hecho. “Probablemente me habría quedado en Nueva York haciendo mucho teatro y con suerte habría formado una familia y hecho algún que otro proyecto en televisión o cine. Quiero decir, creo que habría seguido actuando”, vaticina la intérprete, que ha continuado con su carrera de forma discreta con papeles que no han tenido una gran relevancia mediática.
Su papel en la serie hizo que fuese nominada en varias ocasiones a los Emmy o a los Globo de Oro, que ganó en 1998. Sin ese papel puede que nunca hubiese conocido a su marido, Harrison Ford, con el que coincidió en la gala de los Globo de Oro de 2002 y con el que inició una relación pese a las críticas en aquel momento a la diferencia de edad (22 años). Con él ha formado una familia junto a su hijo Liam, al que adoptó en 2001, cuando aún protagonizaba ‘Ally McBeal’ y no había conocido a Ford.