Cuando llegó el (para muchos) decepcionante episodio final de 'Perdidos', allá en el lejano 2010, fueron muchas las preguntas que quedaron sin respuesta para desesperación de los seguidores de la serie: ¿qué diablos significaban los números? ¿y los osos polares? ¿cuál era la finalidad real de la Iniciativa Dharma? Y así. El amargo camino de la frustración televisiva.
Salvando las distancias, 'Dejar el mundo atrás', una de las películas revelación de la temporada, también ha dejado una intriga que está desatando el TOC de los espectadores: ¿qué hay de los malditos ciervos? ¿que significan? ¿que están haciendo realmente en la película?
Sam Esmail, director de la cinta, tiene una 'explicación' que en realidad no lo es tanto: "Los ciervos son criaturas pacíficas - ha dicho-. Convertir esa dulce imagen en una especie de advertencia ominosa y amenazadora me pareció muy interesante. Ése es el truco de esta película. Siempre intentamos tomar cosas que nunca consideramos una amenaza y darles la vuelta". De acuerdo, Sam, esa es la función narrativa de los ciervos en tu visión del fin del mundo, pero ¿cuál es su explicación dentro de a trama? Ahí sí que no dices nada.
Por si alguien aún no ha visto la cinta de la que hablamos, vamos a intentar resumirla. Julia Roberts y Ethan Hawke son Amanda y Clay una pareja de progres pijos de Brooklyn que se van de fin de semana a Long Island con sus dos hijos adolescentes. Allí empiezan a ver señales que precederán al fin del mundo: por ejemplo, no les va el Wi Fi, lo que como todo el mundo sabe es el preámbulo al Armagedón. También se les estampa en la playa un barco petrolero sin dirección y se van las televisoras.
A pesar de eso, y todavía relativamente ajenos a lo que está pasando, se disponen a pasar la noche en su lujoso Airbnb cuando llegan de improviso el dueño de la casa y su hija (Mahershala Ali y Myha'la Herrold, como son George y Ruth), quienes dicen que como ha habido un 'apagón' en la ciudad, nos les queda otro que okupar su propia casa. Los dueños son igual de pijos, pero son negros, lo que desata una tensión racial que seguramente hizo las delicias de los Obama (productores de la cinta).
Es entonces que aparece el primer ciervo, junto a la piscina.
¿Qué hace allí? Misterio. Pero la cosa se pone realmente escalofriante cuando empiezan a aparecer rodeando a los protagonistas: silenciosos, hieráticos, solemnes. ¿Qué significan? El misterio se acrecienta aún más cuando, en una escena clave, aparecen en un inusual número y aparentemente capitaneados por un macho de enorme cornamenta, casi sin pestañear, como detenidos ante un abismo. ¡¿Qué queréis de nosotros?!
Como servicio a la comunidad, nos tomaremos la libertad de recapitular algunas teorías y de descartar otras. No, no son los descendientes de Bambi que han desatado el Juicio Final para vengar a su matriarca. Tampoco son robots controlados por algunos de los muchos enemigos de los EE UU, de los que se habla en la película.
Lo cierto es que los ciervos son animales de una gran simbología no solo en la cultura popular de USA, sino que son animales han sido venerados por los nativos americanos, las culturas originarias de centroamérica y hasta los sumerios.
El ciervo, en este caso sería un mensajero del inminente retorno a una espiritualidad pre moderna. "Los ciervos no se reúnen en manadas tan grandes" dice uno de los personajes. Y es verdad que el gran número de ejemplares que se ven perfectamente coordinados parecen apuntar también a la idea de una necesaria restitución de la colectividad o la solidaridad entre iguales. Por último, en la escena del ciervo líder de la manada, más allá de lo inquietante que resulta, es casi como un ofrecimiento de tregua entre animales y humanos, lo que apuntaría también a esa 'reconciliación' como alternativa posible a la aniquilación.
Ergo: hay que seguir al ciervo. Seguiremos informando.