'Pensar en pesetas' es como uno de esos oficios antiguos, ya innecesarios, pero que no queremos olvidar. Como la fabricación de candiles, como el trenzado de cañizos: todo lo que deja atrás su utilidad se convierte en Historia. Hay gente mayor que todavía 'piensa en pesetas'. Y después está el coleccionismo. La numismática es la forma de coleccionismo más coherente: monedas que se utilizan como monedas, objetos de intercambio con valores añadidos. Fijaos en esta.
Es la peseta de Alfonso XII acuñada a máquina en 1884. La pieza tiene un diámetro de 23 milímetros, un peso de 5 gramos y una ley de 835 milésimas de plata. Y una de sus peculiaridades es que tuvo una tirada muy limitada: se hicieron solo 5.839 unidades. Es lo que la hace distinta de otras monedas de la misma época , las acuñadas en 1876, por ejemplo, que no llegan a los 30 euros.
La de 1884 tiene en el anverso el retrato de Alfonso XII rodeado por la leyenda 'ALFONSO XII POR LA G. DE Dios', dos estrellas y el año '1884'. En el reverso luce el escudo coronado de España con las columnas de Hércules y las leyendas 'REY CONSTL. DE ESPAÑA', ' Una peseta' y las siglas 'MSM', que corresponden a los nombres de Mauricio Morejón Bueno, Pablo de Sala Gabarrell y Ángel Mendoza Ordóñez, los ensayadores -es decir, las personas responsables de ensayar los metales para verificar que su ley- cuyas siglas bastan para redoblar el valor de las monedas. En el canto lleva grabada unas flores de lis.
En 2018 la casa de subastas Cayón subastó un ejemplar de esta peseta (con estrellas 18-84) que presentaba una calidad de EBC+ en el anverso y SC- en el reverso, con zonas de brillo original aunque con algunas manchas por 4.600 euros.
Así que ya sabes, aunque es poco probable que encuentres uno de estos raros ejemplares en en el viejo armario del abuelo, nunca se sabe. Pero si todavía te es posible hablar con el abuelo, seguro tiene historias más valiosas aún que la moneda. Los abuelos acuñan memoria.