Lotería Navidad 2024: el número al que jugaba Doña Manolita

En cada bar, en cada tienda y en cada oficina se despliega una ristra con los décimos de la Lotería de Navidad 2024. Se hace adrede como recordatorio de lo bonito que es compartir la ilusión de ganar un premio que permite “tapar algunos agujeros”. Lo difícil es elegir el número, porque absolutamente todos tienen las mismas oportunidades de salir premiados el 22 de diciembre próximo. Una idea puede ser comprar el número al que jugaba Doña Manolita, la primera dueña de la mítica administración de lotería de la calle del Carmen de Madrid.

A pesar de los cambios de ubicación y de propietario de este establecimiento, siempre le ha acompañado la suerte en una especie de “qué fue antes la gallina o el huevo”; es una de las administraciones con mayor venta en nuestro país con unos 80 millones de décimos al año a personas de todo el mundo y que además ha repartido el Gordo de Navidad en más de 76 ocasiones. El éxito tiene su lógica pues quien más décimos vende, más posibilidades tiene de que sus números salgan del bombo premiados.

De dueña de un estanco a la lotera más famosa de Madrid

Doña Manolita, Manuela de Pablo, era una mujer emprendedora adelantada a su tiempo. Nació en el barrio de Chamberí de Madrid en 1879. Su padre era maestro de obras y se casó con un picador que se retiró muy joven. El matrimonio no tuvo hijos, se divorciaron durante la II República y ella misma se encargó de prosperar. Primero abrió un estanco en la calle Hortaleza de la capital.

A principios de siglo, en 1904, decidió cambiar de negocio y solicitó una licencia para poner en marcha una administración de lotería en un local de la calle San Bernardo. Los comienzos fueron bastante difíciles porque además los números que vendía no resultaban premiados, un condicionante necesario para aumentar su clientela. Cuenta la prensa de la época que hizo varios viajes a Zaragoza a rezarle a la Virgen del Pilar. Precisamente de uno de esos viajes se trajo un número para vender en su administración que sí resultó premiado lo que cambió la suerte de su negocio.

Le iba tan bien a Doña Manolita que incluso pudo establecerse en una zona más céntrica todavía cuando trasladó su administración a la calle Gran Vía número 31. Todo Madrid le compraba lotería, no solo los vecinos, los trabajadores de la zona o los turistas que paseaban por esta arteria principal, sino también muchos personalidades y famosos del momento. Tanto es así que en 1937 un diario se hizo eco de que durante un bombardeo en Madrid durante la Guerra Civil los obuses reventaron el escaparate de su establecimiento. Incluso actualmente sus restos descansan en la Catedral de la Almudena.

El número de la lotería preferido de Doña Manolita

Sin embargo, a Doña Manolita nunca le tocó directamente el premio Gordo de la Lotería de Navidad. Cuentan que desde siempre se reservaba un número para ella en el que depositaba todas sus esperanzas, era el 15.329. Falleció en 1951 con 72 años pero no se cumplió su sueño de ver premiado su número favorito. Lo que sigue siendo un misterio es porqué en cada ocasión adquiría el 15.329. Lo cierto es que se trata de una bonita cifra a la que se la puede dotar de muchos significados según la experiencia, las vivencias y los sueños de cada uno.

Con la muerte de Doña Manolita, y al no haber dejado descendencia, la administración la heredó su hermana Carmen quien hacia 1970 también falleció. El negocio se lo quedó su hijo Alfredo Salgado, sobrino de Doña Manolita, pero en 1987 se vio obligado a abandonar el país al no poder saldar sus millonarias deudas con Hacienda, con el Hipódromo de Madrid y con una conocida casa de apuestas.

Después, fue María Dolores Bermúdez de Castro, duquesa de Montealegre y Dama del Cuerpo de la Nobleza del principado de Asturias, amiga de Carmen Franco y de los Condes de Barcelona, quien decidió adquirir la administración. En una entrevista con la duquesa un periódico publicó que la compró “porque me pareció muy buen negocio”.

Se ocupó de todo durante años pero tras contraer matrimonio por segunda vez en 2007 decidió traspasársela a su hijo mayor para poder acompañar a su marido en sus viajes y por tener que trasladarse a vivir al extranjero. De este modo, este punto de venta de lotería tan famoso quedó en manos de Juan Luis Castillejo y Bermúdez de Castro, conde de Cabrillas. Actualmente sigue siendo su dueño, vive en el barrio de Salamanca y no se prodiga en público.

En 2011 Doña Manolita se trasladó a su ubicación actual en la calle del Carmen número 22 de Madrid. Mantiene el nombre original y sigue ilusionando a su público con la misma intensidad. En el sorteo de la Lotería de Navidad de este año 2024 tal vez sí toque por fin el 15.329.