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Pese a que el efectivo ya no se utiliza tanto como antes con el crecimiento del comercio por Internet, los pagos con tarjeta o el bizum, el metálico sigue teniendo una gran presencia en los pagos, ya que el 65% de los españoles sigue prefiriendo pagar en efectivo antes que con tarjeta. Sin embargo, con el metálico hay que tener cierta precaución, ya que el deterioro de los billetes puede hacer que no sean aptos para su circulación. ¿Cómo actuar en estos casos? El Banco de España da las claves para saber qué hacer cuando llega a nuestras manos, por ejemplo, un billete roto.
Cuando un billete está roto o lleno de pintadas se puede acudir a cualquier sucursal del Banco de España o a una entidad financiera donde se comprobará la veracidad del billete para luego canjearse. Pero para ello deben cumplirse una serie de criterios.
Los billetes no pueden estar completamente rotos, así que más de la mitad del billete debe estar intacto para que se pueda cambiar por uno apto para su circulación. ¿Qué pasa si detectan que fue deteriorado de forma intencionada? Primero se denegará su cambio y después será retenido.
El Banco de España señala que como consumidores tenemos el derecho a no aceptar billetes que estén visiblemente deteriorados o directamente rotos. En ocasiones vienen manchados con tinta de seguridad, por lo que podrían haber sufrido un intento de robo, una señal para evitar aceptarlos ante la incógnita de su procedencia.
Si vienen descoloridos podrían haber sido lavados para eliminar cualquier rastro de esa tinta. En caso de tener alguno, lo ideal es ir a nuestra entidad o a una sucursal del Banco de España para ponerles en conocimiento, aunque en caso de que se confirme que las manchas proceden de un dispositivo antirrobo no se tendrá derecho a reembolso.
Los billetes que han sufrido daños por dispositivos antirrobo tendrán un coste de 10 céntimos por billete al cambiarlos siempre que el número sea igual o superior a 100, aunque si el deterioro es causado por un atraco no tendrá ninguna comisión.
La institución aboga por la colaboración ciudadana para retirar este tipo de billetes de la circulación no solo para evitar tener los deteriorados pasando de mano a mano y pudiendo dar algún problema a los consumidores, sino que también para una mayor calidad del dinero que se mantiene en circulación y para mayor seguridad financiera de consumidores y comerciantes.