La factura de la luz ha sido uno de los temas más polémicos del 2021, y parece que en este 2022 seguirá dándonos problemas. La subida generalizada del precio de la luz derivada de los elevados costes de gas y derechos de emisión del dióxido de carbono ha provocado que los recibos de la electricidad hayan batido todo tipo de récords, alcanzando cifras de infarto con un precio en el mercado mayorista de más de 300 euros por megavatio hora.
A pesar de las medidas aprobadas por el Gobierno para intentar rebajar el impacto de la subida de la luz en las facturas de los consumidores, España cerró el 2021 como el año con la factura de luz más cara de la serie histórica, con un precio medio de 111,93 euros el megavatio hora. Como resultado, el Gobierno ha decidido prorrogar sus medidas, entre las que se encuentra una reducción de los impuestos incluidos en estos recibos, pero las perspectivas menos halagüeñas apuntan a que la luz seguirá manteniéndose en unos precios muy elevados en este 2022.
Además de los problemas generados por esta escalada de precios, los españoles también deben enfrentarse a una serie de retrasos en el envío de sus facturas. Y es que desde la entrada en vigor de las nuevas tarifas para la electricidad, con las que se premia el consumo de madrugada y los fines de semana frente a las horas centrales de los días laborables, las compañías eléctricas han experimentado ciertos retrasos a la hora de remitir los recibos a sus clientes.
Estas incidencias, a las que también hay que sumar una serie de errores informáticos que han complicado aún más el proceso, pueden causar una acumulación de deuda que puede hacer temblar nuestras finanzas, ya que llegará un momento en el que tengamos que hacer frente al pago total del importe.
Ante esta situación, y tras reclamaciones de los usuarios, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), ha reconocido a los consumidores su derecho a fraccionar el pago de la factura eléctrica cuando hayan sufrido retrasos o problemas en la facturación, siempre que la distribuidora sea la responsable de estos incidentes.
Además, ha recordado que las comercializadoras, que son quienes facturan el importe que se debe asumir a partir de los datos de consumo recabados por el distribuidor, debe proponer a sus clientes la posibilidad de aplazar los pagos y otorgarles todos los medios a su alcance para que lo realice.
Para solicitar el fraccionamiento del pago, los usuarios deberán enviar un formulario a la compañía que les suministra electricidad en el que se incluya la siguiente información: número del DNI, datos de contacto de la empresa comercializadora, dirección del domicilio, fecha y firma. En el caso de Endesa, además, los consumidores podrán enviar su solicitud desde el área cliente.
A su vez, una vez se haya resuelto el problema que impide que facturen con normalidad, las comercializadoras tendrán que avisar previamente a sus clientes y asegurarse de que estos han recibido el aviso y han comprendido sus términos antes de cobrarles ningún tipo de cantidad.