¿Apagar y encender la calefacción o dejarla a una temperatura constante? Es la pregunta que todos nos hacemos en algún momento, intentando encontrar la forma de gastar menos dinero en calefacción. ¿Qué consume más energía? ¿Qué es mejor para el medio ambiente? ¿Qué nos ayudará en nuestras facturas? Pensar que tu hogar debe mantener una temperatura constante las 24 horas del día para ahorrar, incluyendo el tiempo que estamos durmiendo o cuando la casa se encuentra vacía, es un argumento muy extendido en el país, y que miles de familias siguen a rajatabla.
Múltiples hogares españoles piensan que, si tienen la calefacción en marcha todo el día, evitan el coste adicional que supone encender y apagar el sistema. Los defensores de esta forma de calefactar el hogar argumentan que, si la temperatura dentro de la vivienda desciende, luego necesitaremos usar más energía para recuperar la temperatura de confort… y con ello, se irá nuestro dinero.
Sin embargo, la opinión de los expertos en energía y calefacción se opone a esta creencia: gastamos mucho menos dinero ajustando el funcionamiento del sistema de calefacción a las horas en las que lo usamos. Es decir, manteniendo la temperatura confortable del hogar apagando la calefacción durante nuestras horas de sueño o cuando no estamos en casa, y reanudando su funcionamiento cuando estamos activos.
Aunque en un principio pensemos que al tener apagados los radiadores consumirán mayor cantidad de energía al tener que volver a encenderse y aumentar rápido la temperatura, este gasto tendrá lugar durante menos tiempo y el balance será muy positivo para los usuarios que eligen apagar y volver a encender el sistema. De hecho, el IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético) aconseja “ajustar el encendido de la calefacción al horario real de ocupación de la vivienda, y apagarla por la noche“.
Este es un factor importante que tener en cuenta. No es lo mismo salir de casa por un breve periodo de tiempo para hacer la compra, por ejemplo, que salir durante 8 horas a trabajar. Cuando la casa va a estar poco tiempo vacía es mejor dejar encendida la calefacción, pero si van a pasar varias horas hasta que regresemos, lo mejor es apagarla y encenderla unos minutos antes de que vayamos a volver. Instalar un termostato que permita regular la temperatura y las horas de encendido es la mejor inversión para ahorrar manteniendo el confort en la vivienda.
Existe la falsa creencia de que la energía necesaria para calentar todos los radiadores desde cero supera a la que se requiere para mantener una temperatura constante durante todo el día. Pero la realidad es que el gasto energético que se realiza para encender la calefacción es alto pero breve, por lo que el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) recomienda que se encienda únicamente durante el horario en que la vivienda está ocupada.
Como ya te estarás imaginando, si no es positivo dejar la calefacción encendida todo el día, tampoco lo es mantenerla así por las noches. Sí, es verdad que hace frío y que estamos en casa intentando dormir. Pero eso no lo justifica. "Como norma, apagar por la noche y encender unos minutos al levantarse, es mucho más eficiente que dejarla encendida toda la noche", sostiene IDAE. Hay que recordar que, aunque nos encontremos en la vivienda, estamos arropados por el edredón.
Esto provoca que el confort térmico caiga desde los 20-23 grados de por la mañana y la tarde, hasta los 15-17 grados de la madrugada. Si te levantas a por un vaso de agua probablemente notes el frío, pero sigue siendo irrelevante para dormir con comodidad. Por lo tanto, duda respondida: no hay que dejar la calefacción encendida por la noche. ¿Sin excepciones? Bueno, la cosa cambia si estamos en medio de una ola de frío y las temperaturas son extremas. Para esto hay alternativas.