Después de unos meses especialmente cálidos, el invierno ya está aquí. Tras cerrar un verano especialmente caluroso (según los datos oficiales de la AEMET, el trimestre compuesto por los meses de junio, julio y agosto fue el más cálido de la serie histórica y el mes de septiembre el octavo más cálido del siglo XXI) y dejar atrás un octubre de récord (la AEMET apunta a que ha sido el octubre más cálido desde que se tienen registros), los termómetros finalmente han descendido para dar la bienvenida al invierno con una estampa típica de esta época del año: frío y precipitaciones.
En este año marcado por la crisis energética, en el que el incremento del precio de la luz y el gas amenaza con encarecer las facturas, es imprescindible tomar ciertas medidas para aprovechar mejor el calor y evitar costes que podrían dejarnos temblando. Anteriormente, ya hemos insistido en la importancia de limpiar y purgar los radiadores para poder aprovechar al máximo sus prestaciones, pero además de tener estos aparatos a punto, en esta época del año también es fundamental que revisemos las puertas y ventanas de nuestra vivienda para evitar que entre el aire y el calor se pierda.
Según señalan desde Leroy Merlin, la multinacional francesa especializada en bricolaje, construcción, decoración y jardinería, para lograr un óptimo aislamiento de las ventanas es necesario que estas sean de buena calidad. Aun así, se puede aumentar el aislamiento de las ventanas recurriendo a dos soluciones: los burletes y las persianas.
De acuerdo a las definiciones recogidas por Leroy Merlin, los burlete son “bandas de silicona y otros materiales que se colocan en los bordes de los elementos estructurales sellándolos herméticamente”.
Estas bandas, que se pueden colocar sin necesidad de cambiar de ventana o acometer obras, pueden utilizarse tanto para aislar las puertas como las ventanas y evitar que entre el aire por cualquier rendija que pudiera quedar desprotegida. En el mercado, existen multitud de tipos de burletes distintos y su instalación es bastante sencilla.
Lo primero que debemos hacer para colocar estos burletes es limpiar la superficie sobre la que queremos actuar con agua y jabón neutro para mejorar la adhesión. Una vez hayamos secado la zona en la que actuaremos, pasaremos a colocar el burlete. Al ser un material adhesivo, bastará con quitar el papel protector y pegarlo en uno de los lados del marco de nuestra ventana, cortando el sobrante y presionando durante unos segundos para que se adhiera de forma correcta. Una vez hayamos acabado, repetiremos este proceso por el resto del marco, evitando, en todo momento, estirar la cinta para que no se contraiga.
En el caso de las persianas, desde Leroy Merlin señalan que lo importante es que nos fijemos en el material de las lamas y el cajón. Según afirman, el PVP puede “proporcionar un buen aislamiento” y “su coste es reducido”, mientras que el aluminio con espuma de poliuretano garantiza un “mayor aislamiento térmico y acústico”. En cambio, las persianas de lamas de aluminio autoblocante, pese a aumentar la seguridad de la vivienda al “evitar el apalancamiento”, ofrecen un menor aislamiento que las otras dos soluciones.
En el caso del cajón en el que se recogen las persianas, desde Leroy Merlin apuntan a que el PVC ofrece un mejor aislamiento que el aluminio, y que, además, se puede optar por cajones con aislamiento reforzado.