El aceite de oliva sigue sin dar tregua. Su precio medio rebasa actualmente los 8 euros por litro, y su versión premium ya ha superado los 10 euros en muchos supermercados. La sequía ha echado por tierra un gran número de cosechas de aceituna, lo que ha reducido la cantidad de de aceite disponible. Y ya se sabe lo que sucede siempre: a menor producción, mayor precio. Sin embargo, cada crisis ofrece su oportunidad. La clave está en saber aprovecharla. Tal y como ha hecho una gestora de activos española, Beka Finance, que lanzó en 2020 un fondo de capital de riesgo especializado en la inversión en plantaciones de olivos con los más modernos sistemas de producción y ahora factura más que nunca, pudiendo ofrecer rentabilidades del 20% anual a sus clientes de banca privada.
Sin embargo, invertir en olivares ni siquiera estaba en la hoja de ruta original. Lo que sí tenían claro en Beka Finance es que en 2019 los tipos de interés seguían muy bajos y había una burbuja en los tradicionales fondos de capital de riesgo, por lo que se decidieron a buscar nuevas opciones para sus clientes. En ese momento apareció el socio ideal, Bolschare, una firma portuguesa especialista en técnicas agronómicas avanzadas.
El método de la compañía para plantar olivos era revolucionario. En vez de disponer los árboles aislados unos de otros y a 10 metros de separación, tal y como se había hecho siempre, empezaron a plantar olivos en largas hileras, mucho más juntos, y sin dejar que superaran los 3 metros de altura. Además, instalaron un preciso sistema de riego por goteo, amparados en la cercanía del embalse de la Alqueva, que aseguraba un suministro constante. Así, consiguieron pasar de 300 olivos por hectárea a casi 2.000.
El Beka & Bolschare Iberian Agribusiness Fund es ahora dueño de unas 1.300 hectáreas de cultivos en Portugal (sobre todo olivar) y otras 1.500 hectáreas en Talavera de la Reina (Toledo). Además, ha conseguido ser el primer fondo de capital riesgo en Europa con el prestigioso sello de fondo 'verde', lo que refuerza aún más su posición en el mercado.
Mientras los productores españoles de aceite de oliva se enfrentan a tiempos inciertos, las fincas aliadas a Beka Finance en el Alentejo apenas sufren por la sequía y los precios de venta de su aceite aceite triplican el promedio de las últimas dos décadas. No es extraño que la firma planee expandirse aún más, con la mira puesta en más tierras en España y Portugal. Su caso demuestra que, con estrategia e innovación, no solo es posible sobrevivir a la incertidumbre, sino prosperar.