En la era digital en que vivimos las pantallas son una parte integral de nuestra vida diaria, la preocupación por la salud ocular ha acabado colocándose en el centro de nuestra atención casi cada día. Las gafas con filtro azul aparecieron como una posible y prometedora solución para combatir los efectos nocivos de la luz azul emitida por los dispositivos electrónicos en nuestras casas. Sin embargo, varios estudios y análisis han planteado dudas sobre la efectividad de estos filtros. A continuación vamos a explorar algunas de las razones detrás detrás de estas dudas, tratando de proporcionar una visión más profunda sobre este tema.
Desfase entre la propaganda y la ciencia
La comercialización intensiva de las gafas con filtro azul ha creado la percepción de que son esenciales para la mantener nuestra salud ocular en la era digital. Sin embargo, la evidencia científica que respalda esta afirmación es bastante limitada. Un estudio reciente ha revelado que no hay una influencia significativa de las gafas con filtro azul en la reducción de la fatiga ocular causada por el uso prolongado de ordenadores, móviles, etc. Este estudio también descubrió que, en la práctica, estas gafas tampoco atenúan los síntomas de fatiga visual durante la interacción con dispositivos digitales.
Limitada absorción de luz azul
El propósito principal de las gafas con filtro azul es filtrar y reducir la exposición a la luz azul de nuestros ojos. Sin embargo, la efectividad de este filtrado puede ser limitada. Para evitar que las gafas tengan un tono amarillo o naranja, que puede ser desagradable para algunos usuarios, los filtros utilizados en las gafas solo absorben una pequeña parte de esta luz azul. Además, es importante mencionar que la luz azul durante el día, especialmente cuando proviene de fuentes naturales, es beneficiosa y esencial para mantener un ritmo circadiano saludable.
Falta de protección para la retina
A pesar de la promoción de las gafas con filtro azul como una barrera protectora para la retina contra los males producidos por la luz azul, la evidencia científica que respalda esta afirmación es insuficiente. El argumento de protección de la retina carece de una base sólida, lo que pone en tela de juicio la eficacia real de estas gafas en la protección ocular.
Falsas promesas de reducción de la fatiga visual
La afirmación tajante de que las gafas con filtro azul pueden mitigar la fatiga visual y mejorar la comodidad al usar dispositivos digitales han sido siempre uno de las motivaciones para la compra. Sin embargo, volvemos una vez más a la total falta de evidencia científica sólida que respalde dichas afirmaciones afirmaciones comerciales, por lo que debemos poner en duda la efectividad de las gafas con filtro azul a la hora de reducir la fatiga visual.
Como hemos venido comentando, hay series dudas sobre la eficacia de las gafas con filtro azul. Por tanto, es prudente explorar alternativas y/o adoptar hábitos que puedan contribuir a nuestra salud ocular, reduciendo el peligro por la exposición a la luz azul. Por ejemplo, practicar pausas regulares durante el uso de dispositivos digitales, ajustar la configuración de pantalla para reducir la emisión de luz azul, y mantener una distancia adecuada respecto a la pantalla son estrategias que pueden ayudar a mitigar la fatiga visual y a mantener nuestra salud ocular.
La preocupación por la salud ocular en la actual era digital es válida y necesaria. Sin embargo, la eficacia de las gafas con filtro azul como solución para los problemas asociados con la exposición a la luz azul sigue siendo un tema de debate. La evidencia científica actual sugiere que las gafas con filtro azul pueden no ser la solución ideal que prometen ser. Resulta crucial que los consumidores estemos bien informados y seamos capaces de considerar otras estrategias y adoptar hábitos saludables para proteger nuestra visión.