La reducción del consumo de plástico es una de claves a las que se enfrenta el mundo entero para evitar un aumento en la contaminación. Y para ello es esencial poner el foco en los envases, según Eurostat, entre 2009 y 1010 el volumen de envases diarios creció en un 20% y solo en 2021 se generaron 84 millones de toneladas de basura, la mayoría formando una impresionante y triste montaña de residuos que se expande por los océanos.
Para ello el Parlamento Europeo ha tomado una decisión aprobando una nueva regulación que establece que a partir de 2030 los envases monodosis van a dejar de comercializarse para así reducir considerablemente el consumo de plásticos. Entre esos envases están desde los sobres de kétchup, mayonesa o cualquier otra salsa, hasta los de azúcar, las monodosis de aceite o los botes de aseo personal.
De esta manera, los envases de un solo uso estarán prohibidos en bares, restaurantes u hoteles, pero también su venta en los supermercados. La nueva regulación planteada por el Parlamento Europeo sostiene que los establecimientos tendrán que permitir a sus clientes llevar su propio recipiente para rellenar los condimentos e incluso tuppers para llevarse la comida si les sobra algo.
La intención de Europa es mantener las comidas para llevar, pero sin que ese servicio suponga una utilización demasiado alta de plástico, fomentado la reutilización o prácticas más sostenibles. Así, la regulación afecta a varios tipos de envases que en 2030 estarán prohibidos.
Entre ellos están los envases de frutas y verduras frescas, como las bandejas en las que vienen los tomates o los plátanos, o los alimentos y bebidas que no necesitan ningún tipo de elaboración, como las ensaladas que ya vienen preparadas para consumirse en el mismo envase en el que se vende. También abandonarán el mercado las bolsas de plástico muy ligeras, de 15 micras o menos.
En cuanto a aseo personal, los recipientes a los que señala el Parlamento Europeo son, por ejemplo, los botes de gel, crema o champú que ofrecen los hoteles en sus baños a los huéspedes. Así, planean que los establecimientos ofrezcan una serie de envases que se conciertan en una alternativa más sostenible y que puedan ser reutilizados posteriormente.