Desde este 2 de diciembre, hoteles, hostales, pensiones y otros establecimientos dedicados al alojamiento de turistas deben recabar obligatoriamente una serie de datos de cada huésped, entre ellos el DNI, el teléfono, el correo electrónico o el lugar de residencia habitual. El objetivo del nuevo registro de viajeros es la "protección de personas y bienes y el mantenimiento de la tranquilidad ciudadana", aunque las críticas del sector hotelero no se han hecho esperar.
Pero más allá de que este registro documental suponga una "carga administrativa desproporcionada" que, tal y como aseguran desde el sector, obligará a duplicar o triplicar plantillas, algunos expertos han advertido sobre otro factor que se verá afectado al llevar a cabo este tipo de procesos: la privacidad de los viajeros.
En ese sentido el perito judicial informático forense Bruno Pérez Juncà, ha explicado en TV3 qué medidas preventivas toma él durante un 'check-in' en un establecimiento hotelero. Hasta ahora, entre el material requerido a la hora de realizar el registro se encontraba la documentación oficial, ya fuese DNI o pasaporte, información que seguirá siendo obligatoria.
Pero Pérez no es partidario de entregar el carnet original: "Yo nunca, en la vida, lo doy cuando voy a un hotel. Nunca. Cojo, me identifico, se lo enseño y, si lo quieren, se lo envío por correo electrónico". Y, por supuesto, lo que envía es un duplicado "en blanco y negro", que se vea que es una fotocopia. Y se asegura que lleve una marca de agua en la que ponga 'Copia'.
El experto en ciberseguridad advierte de que no tomar este tipo de precauciones puede traer consecuencias indeseadas: "Te crean un número de cuenta en un banco cualquiera y te la lían parda". Tampoco es partidario de cantar los números en voz alta al recepcionista, aunque pueda agilizar el proceso. A su juicio, esta es una práctica que también compromete al cliente, ya que su voz puede "ser escuchada o, peor aún, grabada por potenciales ciberdelincuentes".
Por ello, lo que recomienda es escribir cualquier información en vez de pronunciarla en voz alta. "Estoy cansado de tener que dar mis datos libremente, porque nunca sabes quién te está escuchando o, lo que es peor, quién te está grabando", concluye el perito.
Tal y como advierte Pérez, aunque se trate de una copia del DNI, puede ser utilizada para suplantarnos y llevar a cabo todo tipo de estafas y ciberataques en nuestro nombre. La Policía ha compartido varios precauciones que hay que tomar a la hora de compartir este doocumento: