Hacer las tareas del hogar es una de las cosas que menos nos gustan. Después de un largo día de trabajo, de los atascos en la carretera y de atender a los niños, lo que menos nos apetece es dedicar nuestro tiempo libre a ordenar y limpiar la casa, y muchas veces acabamos atrasando este tipo de obligaciones hasta que, sencillamente, la situación se vuelve insostenible. Por suerte, cada vez hay más electrodomésticos que nos ayudan a hacer estas tareas para que podamos disfrutar de unas horas más de descanso. Uno de los más novedosos es la lavadora-secadora, una máquina que une las funciones de ambos electrodomésticos y con numerosos beneficios que nos permitirán lavar nuestra ropa en el menor tiempo posible.
Las lavadoras son una pieza fundamental de nuestros hogares. A pesar de que no hace mucho nuestras abuelas lavaban la ropa a mano, hoy día nos resulta imposible imaginar nuestra vida sin este electrodoméstico que tanto trabajo nos ahorra. La lavadora secadora, como no podía ser de otra forma, mantiene todas las ventajas de este electrodoméstico, pero con un cambio fundamental: añade una función de secado para que no tengamos que colgar la lavadora en el tendedero.
Como todos sabemos, las lavadoras clásicas concluyen con un centrifugado que elimina buena parte del agua acumulada en nuestras prendas, pero esto no es suficiente para que nuestra ropa quede seca. Al contrario, si queremos que nuestra ropa sea ponible, colgarla en los tendederos, donde pueden permanecer días y días, especialmente si vivimos en un ambiente húmedo o si estamos en una época de lluvias. Para solucionar esta situación, son muchos los que optan por hacerse con una secadora, pero en ocasiones la falta de espacio hace que sea imposible introducir un nuevo electrodoméstico en casa. Si es tu caso, una lavadora secadora puede serte de ayuda.
Una de las grandes ventajas que tiene este electrodoméstico frente a sus versiones convencionales es que te permite ahorrar mucho espacio, ya que, al tener su propia función de secado, podrás lavar y secar tu ropa en una misma máquina. Sin embargo, este no es el único beneficio que puede aportarte. Al contrario, al tratarse de una máquina dos en uno, la lavadora secadora te permitirá aprovechar el día al máximo, ya que no tendrás que estar pendiente de cuando termina de lavarse la ropa para colgarla. Al tener su propio programa de secado, la propia máquina iniciará este proceso, lo que nos permitirá ahorrar muchísimo tiempo. No obstante, si queremos utilizar solo una de las dos funciones, también podemos programarla para que lo haga.
Más allá de sus funcionalidades, otro de los beneficios que podemos encontrar en este tipo de electrodomésticos es que no dependen de las condiciones climáticas. ¿Cuántas veces hemos tendido la ropa solo para acabar recogiéndola con prisas porque ha empezado a llover? Seguro que más de una. Con estas máquinas, en cambio, no tendremos que preocuparnos por el parte meteorológico, porque el resultado será siempre el mismo: la ropa se secara independiente de la lluvia que caiga o deje de caer.
Las ventajas de la lavadora-secadora son muy variadas, pero, como todo, también tiene sus defectos. Uno de ellos es que su capacidad de carga es mucho menor que la de una lavadora convencional, por lo que podremos lavar menos ropa de una vez. Además, si queremos que la ropa quede totalmente seca, tendremos que realizar dos ciclos de secado en lugar de uno, como ocurre con las secadoras normales. En cuanto al precio, esta máquina cuesta más que una lavadora o una secadora. No obstante, sale mucho más rentable que comprar ambos electrodomésticos por separado, por lo que, si no tienes espacio en casa y tu tiempo libre es escaso, tal vez sea la solución a tus problemas.