Ir a la compra es cada vez más caro. La crisis de suministros, transportes, materias primas y la guerra han sido decisivos en este incremento de precios propiciado por la inflación. Sin embargo, no todos los productos suben por igual. Tradicionalmente, las marcas blancas han sido mucho más baratas que las de fabricantes, pero ahora esa tendencia cambia. Gelt, especialista en compra inteligente en el sector de gran consumo, ha realizado un análisis del comportamiento de ambos tipos de marcas en los productos básicos desde principios de año. Te contamos los resultados.
Desde el mes de enero nos enfrentamos a una cuesta como hacía tiempo que no veíamos. En estos cuatro meses los precios han subido, de media, un 14%. Hasta marzo, las marcas comerciales fueron las que mostraron mayores incrementos. La harina y el aceite se pusieron a la cabeza, la primera incrementó su precio casi un 30%. Por su parte, las marcas blancas, con un comportamiento siempre más irregular, mostraron una progresión más lenta, con claros picos tanto entre productos como entre los distintos meses.
Sin embargo, desde el inicio de abril, la tendencia se ha invertido. Las marcas de fabricante han ralentizado las subidas e, incluso, ajustado precios de nuevo, mientras que las de distribuidor han mantenido las subidas. Detrás de estos movimientos se encuentra el hecho de que las marcas comerciales han perdido ventas en favor de las blancas, más baratas. Estas otras, por su parte, están renovando stocks a mayores costes.
José Luis Varela, Global Head of Data de Gelt, nos explica que: "el equilibrio de costes y competitividad es muy delicado en todos los sectores, pero mucho más en este. Los datos reflejan de forma contundente cómo las marcas han tenido que trasladar la subida de costes a los precios finales de venta. Lo han hecho de forma muy distinta entre las comerciales y las de distribuidor que, claramente, ganaron cuota de mercado ante los ajustes en los gastos que, a su vez, tuvieron que hacer los consumidores. Y eso ha motivado la corrección de abril. Las marcas son conscientes de que la fidelidad del cliente es volátil, que el precio es un elemento sustancial de la decisión de compra, en especial en momentos de crisis, y ello implica un riesgo elevado en las compras de futuro".
Las marcas de fabricante comenzaron a subir precios desde el mes de enero. Hasta marzo, habían aumentado un promedio del 18%. Los productos comerciales con mayores incrementos fueron: harina (28%); aceite (19%); arroz (12%); atún enlatado y papel higiénico (10%); y leche (7%). Por su parte, las marcas blancas tuvieron una subida promedio del 7% con comportamientos muy dispares: subidas muy potentes en aceite (35%) y atún enlatado (17%) pero también bajadas como la de la harina (-3%).
Pero ¿Qué ha pasado en abril? Los precios de las marcas comerciales se han ralentizado y han bajado un 8%. En particular, papel higiénico (-8%) y harina (-1%) han capitaneado las bajas mientras que otros productos siguen subiendo, pero a menor ritmo. Las marcas de distribución, siempre más volátiles, han subido en lo que va de mes un 11%.