¿Quién no se ha planteado alguna vez cambiar de banco? En España siempre hemos guardado un alto grado de fidelidad a nuestra entidad financiera, bien por tradición familiar, por amistad con los trabajadores de la sucursal o por razones de proximidad, pero los tiempos cambian, y la focalización en los canales online o las condiciones de vinculación cada vez más exigentes han ido venciendo nuestras reticencias a cambiar las cuentas y productos a otro sitio en el que nos den más.
Sin embargo, no siempre tenemos claro si debemos, o incluso si es necesario, dar el paso de cambiar de banco. Podemos haber tenido motivos de queja, llamadas de atención evidentes, pero quizás no hemos llegado a plantearnos un cambio real. Hay una serie de señales que nos advierten de que quizás sea el momento:
Si tu banco te cobra comisiones por las acciones operativas básicas, incluso teniendo la nómina domiciliada, es momento de cambiar. Individualmente pueden parecer costes pequeños pero si se suman suponen cientos de euros al año. "Hoy en día hay demasiada competencia tanto en el ámbito de los neobancos como en el de la banca tradicional como para que el cliente se vea obligado a aceptar pagar cualquier tipo de comisión, sobre todo por tener una cuenta", afirman desde el comparador financiero HelpMyCash.
Comisiones de mantenimiento, administración, por transferencias o ingreso de cheques hoy por hoy son motivo de abandono. Su exención puede llegar a acordarse con la entidad, aunque a cambio probablemente tengas que contratar otros productos del banco. Valora si es una operación admisible para ti.
La comunicación con el banco debería ser sencilla, rápida y eficiente. Además, las entidades deberían ofrecer tantos canales de atención como el cliente demande. Si no te gusta operar vía online y estás acostumbrado a utilizar el cajero para realizar distintas transacciones, debes asegurarte de que tienes cajeros y oficinas cercanas a los que acudir. ¿Prefieres comunicarte a través de correo electrónico o chat pero tu entidad no te ofrece esa asistencia? Entonces busca un banco habituado a responder y gestionar a través de las redes sociales.
Si tu trabajo o circunstancias personales te impiden desplazarte al banco por incompatibilidad horaria, deberías tener disponible la opción online para poder operar desde tu móvil u ordenador. La ventaja de este tipo de cuentas es que suelen estar exentas de comisiones.
Si estás buscando un préstamo y tu banco te lo ofrece a intereses muy altos, deberías contemplar la posibilidad de encontrar uno que otorgue el crédito a tipos de interés más competitivos. Lo mismo ocurre si lo que buscas es una hipoteca. A veces conviene mudarse a la entidad que ha concedido la hipoteca para beneficiarse de mejores condiciones en el interés.
Ten en cuenta también que muchos bancos ofrecen regalos por contratar sus servicios. La mayoría atrae a sus clientes con el pago de dinero en efectivo o con rentabilidad. Pero no olvides que aceptar el regalo implica un compromiso de permanencia.
La solvencia es un factor clave para determinar la fortaleza de una entidad financiera. Mide la relación entre el volumen de capital disponible y el riesgo que el banco asume. Saber que tienes tu dinero en un banco solvente y con buena reputación puede ser un elemento importante a la hora de tomar una decisión. Hoy por hoy, la mayoría de grandes entidades han reforzado sus indicadores en este apartado, hasta contar con una ratio de capital CET1 de máxima calidad de en torno al 12,5%, mientras que hace diez años estaba por debajo del 11%.