Los expertos en finanzas personales recomiendan que es imprescindible ahorrar de cara al futuro, solventar gastos repentinos, para viajar o para darnos un capricho. Probablemente, en muchos hogares no se ahorra por falta de costumbre o porque los salarios tampoco dan más de sí. En Uppers nos convenció la propuesta de cómo ahorrar con el “método de los 50 céntimos” y la pusimos en práctica. Vamos a explicar qué es el “método de los 50 céntimos” y cuánto hemos ahorrado con esta solución que implica un esfuerzo económico muy moderado.
Cuando se ahorra se renuncia a gastar un dinero en ese preciso momento para después hacerlo en el futuro. Tiene dos ventajas principales. La primera es que siempre se puede disponer de esa cantidad ahorrada y la segunda es que no existe un riesgo. Ambos puntos son los que diferencian el ahorro de la inversión, que en contraprestación normalmente genera una rentabilidad.
En una cajita del aparador del hall, en bolsos y mochilas o en bolsillos de abrigos suelen aparecer céntimos que nos cuesta utilizar para pagar en un comercio, más que nada porque cualquiera se pone a contar moneditas; enseguida se alarga la cola y en la caja no saben cómo agilizar la situación sin “herir sentimientos”. Tanto es así que desde la Comisión Europea llevan tiempo evaluando el impacto que tendría eliminar las monedas de uno y dos céntimos de euro. En el Eurobarómetro que presentó este organismo en mayo de 2021 quedó patente que un 58% de los ciudadanos españoles sí las eliminaría y adoptaría un sistema de redondeo obligatorio en toda la eurozona para compras en tiendas y supermercados.
La propuesta de los expertos que velan por facilitarnos las finanzas personales es bien sencilla: que cada miembro de la familia revise sus bolsillos, bolsas, bolsos y demás escondrijos posibles y que con hucha en mano deposite en ella todas las monedas que aparezcan. La finalidad es ahorrar, pero mejor aplicar un sistema más preciso y efectivo como el “método de los 50 céntimos”. Con este procedimiento es posible llegar a acumular un total de 689 euros cada año prestando más atención a todas esas monedas de poco valor.
El primer paso es contar con una hucha que haya que romper para sacar lo que hay en su interior. En Uppers cada uno elegimos el típico cerdito de barro con mucha ilusión. El método para ahorrar se basa en un plan a pequeña escala que es semanal y que va progresando según avanzan los días.
El ahorro es muy bajito al principio para ir aumentando el esfuerzo a medida que se alarga en el tiempo hasta completar el año. Lo importante es que, al ser un método progresivo cuando se empieza y durante las primeras semanas no es costoso ponerlo en práctica. Después, se convierte en una rutina como otra de modo que se meten las monedas en el cerdito casi sin pensar. Al final, cuando se está cerca de cumplir los doce meses guardando céntimos todas las semanas, supone un esfuerzo económico mayor. Sin embargo, ahorrar ya es una costumbre e inevitablemente se prioriza frente a gastos más superfluos y todos aquellos de los que se puede prescindir.
Para ponerlo en práctica y empezar tan solo se necesitan 50 céntimos que se echan en la hucha y se marca la fecha con un rotulador indeleble. A la semana siguiente se añaden 50 céntimos a esa cantidad, es decir, se ahorra 1 euro. En la tercera semana se guardan 1,50 euros, en la cuarta 2 euros y así sucesivamente. De este modo, en la última semana del año, en la semana 52, según cuándo se haya empezado, el ahorro será de 26 euros. Esta cantidad es la máxima que se deja de gastar a lo largo de todo el “método de los 50 céntimos” y no parece tanto cuando el resultado final es un acumulado total de 689 euros.
La idea es utilizar una hucha, no obstante, hay otras opciones como guardarlo en una caja y a partir de cierta cantidad ingresarla en una cuenta de ahorro abierta exprofeso. También cabe la posibilidad de ir calculando las cantidades ahorradas, destinarlas a gastos diarios y esas mismas cantidades traspasarlas de la cuenta corriente del banco a la cuenta de ahorro. Incluso se puede ordenar una transferencia fija a principios de mes recalculando el ahorro en céntimos semanales, nada más cobrar la nómina, la pensión o una prestación, desde esa cuenta bancaria a otra distinta.