Si aún conservas en algún cajón o armario monedas y billetes de las antiguas pesetas, debes saber que algunos ejemplares tienen un valor elevado en el ámbito del coleccionismo numismático. Puede que las guardes como recuerdo o por sentimentalismo, pero quizás merezca la pena venderlos y llevarte a cambio un buen pellizco económico.
Es cierto que muchas veces no conservas más que pura chatarra que no va a tener ningún valor, pero algunos billetes y monedas pueden multiplicar su atractivo dependiendo de su estado, de la antigüedad y de si pertenecen a una edición rara o tiene algún error de acuñación o de impresión. Es entonces cuando puedes tener una pequeña fortuna entre las manos.
También tienen un valor especial aquellos ejemplares que no llegaron a entrar en circulación. Uno de ellos es un billete de 5.000 pesetas que puede llegar a venderse por un precio de nada menos que 20.000 euros en los portales de segunda mano.
El billete al que nos referimos es uno que data de 1938, según afirma el experto en notafilia José Antonio Castellanos, citado por 'España diario'. Se realizó en plena Guerra Civil española, al igual que sus detalles de producción y diseño.
Su emisión se encargó debido a la inflación descontrolada de la época, por lo que el Banco de España, entonces ubicado en Barcelona, decidió imprimir billetes de más de 500 y 1.000 pesetas. El encargo de este billete de 5.000 se le hizo a la casa Bradbury, Wilkinson and C, de Inglaterra, con la que se trabajaba desde 1906.
Este billete del 11 de junio se dedicó a Mariano Fortuny, uno de los pintores catalanes más conocidos. Por ello en su anverso existe un autorretrato del pintor y en el reverso su obra 'La Vicaria'. Pero lo que de verdad hace “raro” a este billete es que nunca se puso en circulación debido a las condiciones de la guerra.
El pedido llegó a la imprenta en el mes de mayo de 1938 y las pruebas de selección de colores se dieron en septiembre de ese año. En aquella momento el bando franquista ya había ganado la guerra a efectos prácticos y el encargo, realizado bajo el mandato republicano, fue cancelado.
En la actualidad, no se conocen más de una docena de ejemplares en todo el mundo. Dos de ellos provienen del archivo de la casa de Bradbury, y los demás son de muestra, por lo que no cuentan con ninguna numeración. Sí que pueden apreciarse unos sellos rojos y firmas que dejaban constancia de que el ejemplar nunca podría entrar en circulación.
No es de extrañar que esta pieza se haya convertido en un icono entre los coleccionistas. Según los datos de Ibercoin, un portal de expertos que se dedican a las subastas numismáticas, un ejemplar puede llegar a venderse por unos 27.500 euros.