Pocos temas de conversación quedan que sean tabú en las reuniones entre amigos o familiares, aunque siempre hay alguno que se esquiva para evitar discusiones o malos entendidos. Entre esos temas que normalmente se evitan en las charlas, con amigos, conocidos o compañeros de trabajo, está el dinero. "'Estoy buscando comprar una casa. ¿Cuánto pagas de renta?', me preguntó una vez un amigo. Inmediatamente se cubrió la boca con la mano. 'Lo siento, qué grosero soy', me dijo". Este pequeño relato es el inicio de un artículo de la periodista Kristin Wong en The New York Times sobre el tema. ¿De verdad nos cuesta hablar de dinero en público? ¿Por qué?
Son muchos los factores que entran en juego para que una persona decida no hablar de temas relacionados con el dinero en público. Según un estudio de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre la educación financiera en España, revela que los conocimientos financieros de los ciudadanos en nuestro país tienen una nota media de 6 sobre 10. Aún así, el 70% de los individuos cuenta con conocimientos medio o alto sobre las finanzas, mientras que un 25% tiene conocimientos bajos o muy bajos. Además, tal y como indican los resultados, la franja de mayor edad es la que menos conocimientos generales y financieros tiene, siendo cada vez más bajos a partir de los 55 años.
Sin duda, este puede ser uno de los motivos por los que nos resistimos a hablar de dinero en público, incluso a preguntar por el sueldo en una entrevista de trabajo. En concreto, según un estudio realizado por la plataforma de crédito Younited, el 51% de los españoles se resiste a sacar el tema en una conversación porque opina que es un tema del que prefiere no hablar abiertamente, tanto que un 5% llega a considerarse avergonzado al tratar este tipo de temas.
En todo caso, en el artículo mencionado de The New York Times, la asesora financiera Shannon McLay comenta que "para la gente es difícil hablar de dinero porque no hay un estándar real establecido para medir los parámetros financieros". La experta señala que conocemos cuáles son la cifras sobre la salud adecuadas, el peso que según nuestras características deberíamos tener, por ejemplo. Pero, ¿cuánto dinero es el socialmente aceptado? No se sabe con exactitud. Por ello, la población siente temor o incluso vergüenza al hablar o mostrar el estado de sus finanzas.
Además, la periodista financiera Korrea Bailie ha llegado a comentar eso de que de lo que no se habla no existe como consecuencia del silencio sobre el tema. No hablar de dinero puede tener grandes efectos sociales, "como evitar que las mujeres reciban el mismo sueldo por hacer las mismas actividades en un puesto de trabajo", comentaba la experta. Por eso mismo, aunque cueste, se aconseja romper con ese silencio por que "es difícil aprender sobre algo cuando te recomiendan no hablar al respecto".
Como se destacaba, más allá de ser un tema tabú, la falta de conocimiento económico por un sector de la población representa parte de por qué no se habla tanto de este tema. Por ello, se aconseja aprender poco a poco sobre dinero a través de la lectura o podcast temáticos sobre economía. Además, es recomendable hablar con la familia, especialmente con la pareja con la que compartimos gastos sobre el tema, así como con los amigos, ya que puede ser beneficioso, por ejemplo para los séniors, cuando se tratan planes de pensiones o temas relacionados que nos pueden ayudar en la toma de decisiones en un ambiente más distendido.
En definitiva, prácticamente la totalidad de los adultos percibe ingresos de algún tipo, tiene gastos, hace compras, ahorra o invierte, entre otras gestiones, por lo que una base de conocimientos financieros sí que hay, solo hay que ampliarlos y tomar conciencia de la situación económica de cada uno y cómo se puede mejorar, una de las claves para facilitar la conversación sobre dinero entre familiares o amigos sin estar incómodo.