"Me he jubilado y me siento vacío": cómo adaptarte a esta nueva etapa vital

Entre las varias etapas vitales que atravesamos a lo largo de nuestra existencia, la de la jubilación es una de las más importantes, ya que la interrupción de la vida laboral activa marca un decisivo antes y después. No todo el mundo se adapta de la misma forma a una situación completamente nueva. Algunas personas pueden afrontar este periodo con entusiasmo y motivación, mientras que para otras resulta un proceso difícil y desafiante.

Al fin y al cabo, jubilarse implica un cambio de propósitos, rutinas y relaciones sociales. Y no es extraño experimentar una sensación de vacío e incluso de pérdida de identidad ante la necesidad de estructurar el tiempo de otra forma. Para algunos, el exceso de horas libres resulta abrumador y termina derivando en desorientación, aburrimiento o incluso depresión, ansiedad o miedo ante la realidad del propio envejecimiento. Encontrar nuevas formas de significado y satisfacción requiere su tiempo. Dejamos aquí algunos consejos que te pueden servir para adaptarte a este proceso de ajustes emocionales.

Prepárate con anticipación

Es aconsejable planificar tu retiro con una cierta antelación. Antes de jubilarte es útil haber trazado un plan que incluya tus objetivos financieros y haber ahorrado dinero suficiente para vivir con más tranquilidad. En ese esquema de futuro también debes incluir las actividades que más te interesa realizar en tu tiempo libre y cómo conservar tus relaciones sociales. Así tendrás una sensación de propósito y dirección.

Establece rutinas y define metas

Uno de lo mayores problemas que se encuentra la gente al jubilarse es la falta de una estructura en el día a día. Por ello es importante establecer rutinas y horarios regulares que te permitan organizar tu tiempo. También debes fijarte nuevas metas y objetivos, que pueden estar relacionados con la salud, con tu desarrollo personal, tus aficiones o tu rol como ciudadano dispuesto a contribuir a la sociedad. En cualquier caso, los proyectos que elijas deben ser interesantes para ti, ya que eso te permitirá mantener la motivación a medio y largo plazo.

Busca planes que te interesen

Un grave error en el que muchos caen cuando cesan su actividad profesional es quedarse en casa todo el día viendo la televisión. Afortunadamente esta actitud es cada vez menos frecuente, porque hoy es más factible que nunca buscar actividades que nos den placer y nos motiven. Tienes a tu disposición la posibilidad de aprender un idioma, tocar un instrumento, practicar un deporte, dedicarte a la pintura o realizar un voluntariado. Explora aquellos intereses y pasatiempos que te atraigan y te mantengan activo. Al fin y al cabo, adaptarse a la jubilación consiste en emplear tu tiempo en actividades que te resulten placenteras.

Identifica metas realistas y concretas

Otro factor con el que hay que ser cuidadosos es la elección de objetivos que sean específicos y alcanzables. De no ajustarnos a unas expectativas realistas corremos el riesgos de caer en la sobrecarga y el abandono. También es posible que tengas que hacer cambios en tus gastos y acoplarte a una nueva realidad financiera. Aceptar esos cambios con una actitud positiva te permitirá disfrutar más de tu nueva etapa.

Lleva una vida social activa

Es fundamental seguir cultivando y desarrollando relaciones sociales par tu bienestar emocional y la sensación de pertenencia a una comunidad. Formar parte de alguna ONG, club o grupo de interés, o compartir objetivos con amigos y familiares, te puede ayudar a sentirte útil y revalorizarte.

Cuida tu salud física y mental

No descuides tu condición física ni la mental. Establece una rutina de ejercicio regular, procura comer alimentos saludables y dormir lo suficiente. Tampoco te vendrá mal practicar técnicas de relajación y, sobre todo, adoptar una actitud positiva.

Busca nuevas oportunidades laborales

Jubilarse no significa necesariamente dejar de trabajar, en el sentido de que puedes aprovechar para acometer proyectos de tu interés, integrando tu tiempo de ocio con lo laboral. Puedes acometer trabajos a tiempo parcial, emprender un negocio o colaborar con alguna organización como voluntario.