Estudiar una oposición es cada vez más habitual en España, también entre los mayores de 50 años. En concreto, los séniors que opositan han pasado de un 5% del total a un 11,8% a finales de 2021, lo cual supone un crecimiento de más del doble en dos años. La mayoría buscan la estabilidad laboral que ofrece un puesto fijo hasta el momento de la jubilación, un salario que les permita el nivel de vida que quieren o una jornada perfectamente regulada, pero es posible que dudes de si es buena idea opositar tantos años después de tu etapa de estudiante. Te contamos por qué sí lo es y cómo deberías prepararte.
Hay muchos motivos por los que estudiar oposiciones a los 50 años es una opción perfectamente razonable. Para empezar, a esta edad dispones de la madurez intelectual necesaria para afrontar su preparación y tu capacidad de concentración seguramente sea ahora superior a la que tenías a los 15 años, con tantas distracciones a tu alrededor. Además, has acumulado una experiencia y unos conocimientos que seguro que te serán útiles a la hora de estudiar. El simple hecho de haber seguido la actualidad política durante años te servirá de ayuda.
Para tener éxito en la preparación de las oposiciones es conveniente que tengas en cuenta las siguientes recomendaciones:
Se trata del primer paso y el más importante, pues de él va a depender que tu motivación no decaiga durante todo el proceso. Más de la mitad de opositores mayores de 50 años se decanta por Administrativo y/o Auxiliar Administrativo, seguido del Ministerio de Justicia. Debes asegurarte de que cumples con los requisitos de la oposición, especialmente los de edad, titulación o exclusiones médicas. Y, por supuesto, debes estar seguro de que estás dispuesto a estudiar a los 50 años y ser consciente de que se trata de un proceso exigente. Debes tener claro el nivel de dedicación y compromiso que estás dispuesto a asumir.
Se trata de una factor clave para tener éxito. Asegúrate de organizar un plan de estudio lo más detallado, específico y realista posible. Fija un horario que puedas cumplir con regularidad para mantener la constancia a medio plazo. Más que el talento o la capacidad memorístico, el no darse por vencidos y mantenerse regulares es esencial. Prevé pausas y descansos frecuentes y márcate objetivos concretos con fechas específicas.
Cuando flaquees trata de recordar por qué preparas la oposición. Evita autosabotearte pensando que ya has perdido memoria y que no eres capaz de recuperar el hábito de estudiar. En realidad, esto es igual que el ejercicio. Algunos estudios sostienen que después de tres meses de rutina estricta puedes recuperar el hábito. No te olvides de premiar tus logros. Al cumplir tu estudio diario, semanal o mensual, date un capricho.
Practicar con simulacros de examen o con test de autoevaluación es una de las recomendaciones más útiles. Cuantos más hagas más velocidad y precisión alcanzarás para el día de las pruebas, además de que te permitirá familiarizarte con el tipo de preguntas que suelen incluir estos exámenes.
En un proceso tan competitivo como una oposición siempre viene bien contar con toda la ayuda que puedas encontrar. Hazte con un temario completo, que esté totalmente actualizado y bien redactado, y con exámenes de convocatorias pasadas. Reúne esquemas, resúmenes y mapas mentales que te ayuden a estructurar y memorizar los contenidos de cada tema. Evalúa la posibilidad de contar con asesoramiento de profesionales especializados o cursos online. En internet también puedes encontrar foros y otros recursos para opositores que te resultarán útiles.
En definitiva, superar con éxito unas oposiciones a los 50 años no es un reto inalcanzable. Ciertamente, tendrás que compatibilizar la preparación con otras obligaciones, tanto laborales como familiares, pero lo importante es albergar la motivación necesaria, mantener la disciplina y sabe organizarse para ser lo más productivo posible.