Perder el trabajo siempre es una experiencia complicada. Más aún si tienes más de 50 años. Porque aunque algunas empresas han decidido desde la pandemia apostar más por la experiencia que aportan los perfiles sénior, esta franja de edad sigue siendo la que menos oportunidades laborales encuentra. Aún así en 2021 se hicieron más de 5 millones de contratos a mayores de 45, lo que significa que nunca es demasiado tarde para reincorporarse al mercado laboral.
En ese sentido, la BBC ha reunido a un grupo de expertos en el mundo de la contratación internacional para saber cuáles son las principales fortalezas de una persona mayor de 50 que busca conseguir un buen empleo. Es lógico sentirse con menos posibilidades que candidatos más jóvenes y bien preparados, pero lo importante es interiorizar que los métodos tradicionales ya no valen y hay que cambiar de perspectiva. En resumen, son cuatro las claves a tener en cuenta para integrarse en un empleo, sin importar la edad que se tenga.
Es fundamental exhibir seguridad y demostrar que puedes hacer cualquier tarea que se te pida. Se trata de luchar contra el edadismo en el ámbito laboral predicando con el ejemplo. Si crees que tus oportunidades se van a ver mermadas por el hecho de ser mayor, puedes restar importancia a tus años de experiencia en el currículum, por ejemplo, omitiendo la cantidad de años que has desempeñado determinada función.
Repasando ofertas de trabajo te habrás percatado de que hay una serie de programas que piden la mayoría de las empresas y que puede que tú no manejes bien o que ni siquiera conozcas. Es importante que los identifiques para solventar esa debilidad. Realiza un curso para actualizarte y demostrar que, a pesar de la edad ,estás capacitado para desempeñar cualquier función.
Seguramente te encontrarás en situaciones en las que otros candidatos más jóvenes puedan tener más que ofrecer que tú. En esos casos debes recordar lo que te hace sobresalir sobre ellos: la confianza que debes tener en ti mismo y la forma en la que valoras lo que haces. No hay mejor forma de demostrar tu talento que dando ejemplos reales de lo que sabes hacer. Siempre será mucho más acertado que mentir en aspectos en los que no tienes experiencia.
Cuando te postules para un trabajo siempre condúcete con sinceridad. Con los años todos empezamos a sentir algunos típicos achaques. Puedes omitir ciertos aspectos sobre tu estado físico que no afecten a tus funciones laborales, pero es bueno reconocer problemas que puedan causar ausencias laborales para someterte a chequeos médicos.