Si sientes que te faltan horas en tu jornada laboral para terminar tu trabajo o que tu lista de tareas pendientes no termina nunca, es muy posible que tengas un problema de productividad. Eso no significa que no te esfuerzas lo suficiente o que no trabajas tanto como deberías, pero sí que debes aprender a trabajar de forma más eficiente. Ser productivo significa aprovechar el tiempo que tienes y saber priorizar lo esencial sobre lo accesorio. En definitiva, cumplir tus objetivos en el menor tiempo posible y, a ser posible, invirtiendo el menor esfuerzo. Y uno de los mejores métodos para controlar y mejorar la productividad es el que se conoce popularmente como la hora del terror.
Este truco fue ideado por Vip Sitaraman, un exitoso consultor digital, diseñador y empresario de 26 años de Arizona. Y es bastante sencillo. Consiste en elegir una hora en la que te enfrentas a la tarea más complicada de tu jornada laboral y que ya has planeado el día anterior. Para ello, lo ideal es que tengas claro cuál es tu franja horaria más productiva, aquella en la que tienes más energía. Una vez que la tengas identificada, deberás aglutinar ahí la tarea más desafiante, la que requiere más concentración, aquella que más respeto te impone y que dejarías para otro día si pudieras.
La idea es que el día anterior hayas planeado cuál será esa tarea prioritaria, y que aproveches para realizarla cuando eres más productivo. Según Sitaraman, siempre es mejor empezar la hora del terror con un objetivo claro y predefinido. La elección de la tarea, en todo caso, no debería llevarte más de cinco minutos. Normalmente, la más complicada suele ser también la más importante.
Otro punto importante para sacarle el máximo partido a esta hora es que debes dedicarle el 100% de tu tiempo todos los días. Se trata de aplicar el método deep work y dedicarle toda la atención y concentración posibles. Durante 'la hora del terror' silencia las notificaciones de Teams, posterga reuniones, correos electrónicos y cualquier otra tarea que pueda distraerte. ¿Y que pasa si aparece una sorpresa inesperada o una emergencia inaplazable? Lo que no se puede evitar es inevitable, pero al día siguiente debes reajustar tus prioridades para no saltarte el hábito más de un día.