La conciliación de la vida familiar y la profesional se ha convertido en una de las grandes aspiraciones de la sociedad moderna. Y también sigue siendo una de las grandes asignaturas pendientes en las empresas. No es fácil encajar la jornada de trabajo de los padres con el cuidado y atenciones que necesitan los hijos, o la pareja. Y cada vez son más quienes anteponen su bienestar personal y estarían dispuestos a perder salario para ganar en conciliación.
El IV Estudio de Salud y Vida elaborado por Aegon, que analiza la satisfacción de los españoles en su puesto de trabajo, ha arrojado que cuatro de cada diez empleados (el 40,4%) estarían dispuestos a renunciar a una parte de su sueldo a cambio de tener más medidas que les permitan conciliar.
Analizando los perfiles, y a pesar de que a pesar de que la tendencia ha parecido ir siempre en la otra dirección, los hombres muestran una predisposición superior a las mujeres a cobrar menos para conciliar más (41,5% frente al 39,3% de mujeres), dejando una brecha muy pequeña entre ambos perfiles.
Sin embargo, el estudio de Aegon detecta también un fenómeno llamativo para los uppers. A mayor edad, menor disposición a perder poder adquisitivo a cambio de conciliación. Así, mientras que el 48% de los encuestados de 18 a 25 años reduciría su sueldo, esto es casi la mitad, sólo el 35,8% de los trabajadores de 56 a 65 años estaría dispuesto. En el caso de los mayores de 65 años, la predisposición ya se reduce drásticamente y apenas un 13,6% de los empleados se recortaría el salario.
Esto tiene todo el sentido del mundo cuando constatamos que probablemente los mayores de 55 años tengan ya hijos mayores, por lo que no exigen medidas orientadas a la conciliación y ven innecesario sacrificar parte de sus ingresos.
En cuanto al teletrabajo, casi la mitad de las personas que pueden desempeñar su labor desde casa (49,2%) renunciaría a parte de su salario para poder tener más conciliación. El estudio de Aegon indica que sólo un 18,4% de los trabajadores afirman que contar con flexibilidad horaria o teletrabajo serían motivos suficientes para pensar en cambiar de trabajo. Sin embargo, la situación cambia al preguntar a los empleados si se cambiarían o no a una empresa que no ofrece teletrabajo. Y depende mucho de la edad de a quién se le pregunte.
Los más jóvenes son los más predispuestos (el 45,5%) a irse a trabajar a compañías que sólo tienen opción de trabajo presencial. En cambio, los séniors son los más reacios a marcharse a una empresa que no permita trabajar en remoto. Sólo lo harían un 16,7% de los mayores de 65 años y un 24,4% de los empleados de 56 a 65 años.
En cuanto al nivel de satisfacción en general, seis de cada 10 trabajadores (el 59,7%) declaran estar muy satisfechos (18,4%) o bastante satisfechos (41,3%) en su puesto y no planean cambiar de empleo. De ellos, las personas con hijos y aquellas que consideran que ha mejorado su situación económica son las que presentan un mayor nivel de satisfacción. Las que menos, los empleados de entre 41 y 55 años.
Otra de las conclusiones relevantes del estudio es la relación directa entre la satisfacción laboral y el hecho de haber sufrido estrés recientemente. Las personas que no se han sentido estresadas, están más satisfechas con su puesto de trabajo en un 72,3% de los casos.
El salario es el principal motivo para trabajar en otro sitio (41,8%). Bastante por debajo (18,4%), la flexibilidad horaria o el teletrabajo sería el motivo para que este grupo decidiese cambiar y, por último, el plan de carrera (10,8%).