Aunque este verano los incendios están dado un relativo respiro a España (hasta ahora), este época del año es la más propicia para que el fuego haga de las suyas, y no solo en la naturaleza. Según una nota de prensa de la compañía de seguros AXA, el 41% de los incendios en las empresas ocurre entre junio y septiembre. El periodo estival es, por tanto, en el que se deberían extremar las medidas de seguridad para evitar este tipo de siniestros.
La bajada de las temperaturas ayuda a estabilizar el incendio de Corbalán, en Teruel
En verano se concentra de media la mitad de los siniestros graves que sufren las empresas españolas, es decir aquellos con pérdidas superiores a los 500.000 euros. El de 2019 fue el más negro de los últimos años, cuando tuvieron lugar el 63% de estos incendios, mientras que el más favorable fue 2023, año en el que el porcentaje fue del 37%.
En lo que va de año, los meses de junio y julio ya han concentrado el 30% de todos los incendios de empresas del ejercicio. Lo más destacado es que solo los siniestros de esos dos meses han supuesto ya el 70% de las indemnizaciones realizadas a causa de incendios en empresas.
El momento del año más sensible para las empresas
Para Arturo López-Linares, director de Siniestros de AXA España, “nos encontramos en un momento del año muy sensible para las empresas. Las altas temperaturas que estamos sufriendo multiplican el riesgo de incendios no solo forestales, sino también en las empresas, de ahí la importancia de conocer las medidas que se deben tomar para prevenirlos”.
Precisamente, para trata de ayudar a la empresas e evitar los estragos que puede causar este tipo de siniestros, AXA ha editado un decálogo de medidas a extremar estos meses que reproducimos:
Sistemas de refrigeración: Tenerlos en su punto evitará un sobrecalentamiento de los equipos eléctricos.
Temperatura ambiental: Es importante controlarla, ya que podrás evitar que los equipos mecánicos trabajen a una temperatura superior a la recomendada por el fabricante.
Líquidos inflamables: Revisar el lugar de almacenamiento es fundamental para evitar una temperatura muy elevada.
Compresores de frío: Disponer de un mayor número de ellos permitirá que los equipos mecánicos tengan mejor rendimiento, de forma eficiente durante más horas a pesar de las altas temperaturas.
Residuos de labores de limpieza: Pueden desprender gases inflamables, por lo que no hay que dejarlos en lugares con altas temperaturas.
Exteriores: El exterior de cualquier recinto debe estar despejado de hierbas secas o residuos que puedan arder fácilmente. La limpieza es clave.
10 metros: Es la distancia mínima recomendada entre el cerramiento exterior de una nave o de una fábrica y el almacenamiento de un material combustible. Así se evita que las llamas se propaguen en el interior de la instalación.
Nivel de humedad: Hay material orgánico que combustiona al estar húmedo. Hay que controlar su nivel de humedad cuando hay altas temperaturas.
Colillas: Importante estar atento a ellas incluso en la zona de fumadores. No siempre se quedan bien apagadas.
Equipos eléctricos y mecánicos: Sobre todo en verano conviene limpiar su superficie. El polvo sometido a altas temperaturas es una mala combinación.
Metales o vidrio: Mantener siempre limpias las zonas en las que se trabaja con ellos. Los restos pueden concentrar luz y calor.
Plantas industriales junto a bosques: Pueden verse afectadas por incendios. Es recomendable ampliar como mínimo a 25 metros el perímetro de seguridad de la zona libre de material combustible, desde la primera línea de árboles. Si es una zona de viento intenso, mejor ampliarla a 50 metros.