Uno de los elementos que suele pasarse por alto a la hora de limpiar son los enchufes, las regletas y los interruptores de la luz sobre todo si permanecen ocultos por una mesilla, el escritorio o una cortina. Con el tiempo se van cubriendo de polvo, se manchan con el uso y además el material de plástico empieza a ponerse feo y a amarillear. En Uppers tenemos el truco para dejar los enchufes como nuevos y sin manchas amarillas.
Lo cierto es que los habitantes de una casa no suelen percatarse de que a los enchufes, a las regletas y a los interruptores les hace falta un repaso, incluso son artilugios que se utilizan sin prestarles atención, casi a ciegas. Es más, la práctica habitual es precisamente dar al interruptor a oscuras para encender la lámpara de la habitación o introducir el cargador del móvil en el enchufe sin mirar hasta atinar con las clavijas en sus correspondientes agujeros.
En el caso de los instalados en la cocina a veces se usan mientras se manipulan alimentos y en los baños se tocan con los dedos impregnados de maquillaje, cremas, aceites… El resultado final es un desastre y una costumbre muy arriesgada; es peligroso tocar tanto un interruptor como un enchufe o una regleta con las manos manchadas y peor aún si están mojadas.
El agua, al ser uno de los mejores conductores de la electricidad, en caso de llegar al cableado de la instalación puede producir un cortocircuito o un fallo en las conexiones eléctricas. Entre las muchas consecuencias todas negativas, existe la posibilidad de que se estropeen los aparatos eléctricos, de que se produzca un cortocircuito que además provoque un incendio o de que una persona reciba un calambre que hasta podría ser mortal. Por otro lado, la suciedad y el polvo también llegan a provocar chispazos o recalentamientos.
Con todo ello, en primer lugar habría que utilizar estos dispositivos con las manos limpias y secas por seguridad y ya de paso para mantenerlos en buen estado. En segundo lugar, son objetos que tienen que repasarse con un paño seco con la misma asiduidad que se elimina el polvo del resto de los artilugios y de los muebles de la casa. Si están muy sucios y con pelusas que se han metido en sus agujeros o el embellecedor presenta manchas amarillas ya hay que aplicarse en profundidad. Lo más cómodo sería pasarles una bayeta húmeda con algún producto limpiador, sin embargo, hay que recordar que en ningún caso se pueden mojar.
Este es el material necesario y el método más seguro y eficaz para dejar los enchufes como nuevos y sin manchas amarillas, que sirve igualmente para cualquier interruptor o regleta.
En el caso de que no hayan desaparecido las manchas amarillas, un truco definitivo muy sencillo es frotarlas con el algodón humedecido en el agua oxigenada. Si las manchas se resisten se debe repetir la operación durante unos cuantos días.