Por qué prejubilar a los séniors ya no es rentable para la banca

La prejubilación es un acuerdo entre el trabajador y la empresa consistente en la rescisión del contrato cuando el empleado está cerca de la edad de jubilación. En los últimos 15 años ha sido la fórmula a la que más han recurrido las empresas para ajustar sus plantillas. Especialmente en la banca. Pero esta práctica ya no sale rentable. Según un estudio de Adecco que recoge 'El Economista', las entidades han tenido que pagar entre 90.000 y 100.000 euros al Tesoro por cada trabajador que se prejubila.

Esto se debe a la popularmente conocida como 'cláusula Telefónica', una norma que entró en vigor en 2013 por la que se obliga a las empresas que despidan a mayores de 50 años a realizar una aportación económica a las arcas públicas para compensar el coste anual de 4.000 millones que las prejubilaciones suponen para la Seguridad Social. Eso sí, dicha cláusula solo se aplica en el caso de que la empresa registrara beneficios al hacer la regulación de empleo. 

Históricamente, el concepto de prejubilación ha supuesto cierta ventaja reputacional para el sector financiero. Cuando la crisis financiera estalló y las entidades se vieron obligadas a recurrir a las bajas incentivadas para reestructurarse sin recurrir a los expedientes de regulación de empleo, el foco siempre se puso en los mayores de 50 años.

Que la adhesión a estos despidos quedase abierta y fuesen los propios trabajadores los que elegían si apuntarse, unido al hecho de que estos procesos viniesen acordados con los sindicatos y contasen con una ingente cantidad de dinero público, contribuían a hacerlos menos traumáticos. Pero este 'puente de plata' hacia la jubilación ya no es rentable.

Un modelo agotado

"El modelo se está agotando y las entidades financieras se han visto abocadas, por diferentes motivos, a gestionar despidos colectivos y a desvincular de sus organizaciones empleados no prejubilables", apunta Adecco, que incide en que las condiciones de los acuerdos de prejubilación, voluntaria o en el marco de despidos también son peores. Los programas de renta han pasado de garantizar el 95% del sueldo al 80%.

Las jubilaciones anticipadas, especialmente las forzosas, reflejan un cambio en el modelo de salida del mercado laboral. Las personas que encadenan el paro de larga duración con el cobro de la pensión de manera forzosa a través de la denominada jubilación anticipada involuntaria han descendido un 75% en la última década. Las empresas, sobre todo las entidades financieras, están dejando atrás esta vía. Y cuando lo hacen, ofrecen "condiciones peores", insiste Adecco.

Ajustes con condiciones menos ventajosas

Claro que esto no significa que las entidades no hagan ajustes. Solo que eligen otra vía. Ahora crecen los despidos colectivos que incluyen a trabajadores en edad 'no prejubilable', y salen con condiciones mucho menos ventajosas que antes.

Al menos, y a diferencia de lo que ocurre con los prejubilados forzosos, los programas de recolocación funcionan mejor en los trabajadores menores de 50. En el sector de banca y seguros se recolocan un 62% antes de seis meses, y un 35% lo consigue entre el mes 7 y el 12, según datos de Adecco.