Desde 2019 es obligatorio llevar un registro horario de los trabajadores con el objetivo de reducir la precariedad laboral y evitar situaciones fraudulentas. Sin embargo, en los cinco años que lleva en vigor esta norma no ha conseguido reducir las horas extras no pagadas. Ahora, con la negociación de la jornada laboral a 37,5 horas, el control horario vuelve a estar en el punto de mira. De hecho, el Ministerio de Trabajo está barajando una nueva sanción para quienes incumplan la obligación de registrar la entrada y salida del trabajo.
Así, olvidarse de fichar tendría consecuencias. Según el diario Autónomos y Emprendedores, fuentes sindicales confirman que en la negociación con el Ministerio de Trabajo se está evaluando la posibilidad de multar por cada empleado que no cumplan con la reducción de jornada si no se registra bien en el control horario. Las sanciones podrían alcanzar los 7.500 euros por cada empleado e infracción. Y estas recaerán directamente en las empresas, pero no serán acumulativas como hasta ahora, sino individuales. Es decir, cada trabajador afectado supondrá una multa distinta.
El tema se ha llevado a la mesa de diálogo social porque hay compañías con beneficios millonarios que por cometer este tipo de irregularidades o vulnerar el derecho laboral de los trabajadores “solo se llevan sanciones de hasta 7.500 euros por el conjunto de sus empleados cuando manipulan en registro horario, las mismas que podría tener un autónomo con un solo empleado a su cargo”, indican las citadas fuentes sindicales.
A esto se suma la propuesta de la CEOE y de los sindicatos UGT y CCOO para que ese registro sea realizado de forma electrónica y que “esté conectado directamente con la Inspección de Trabajo”. La práctica del fichaje en papel que aún se realiza en algunas empresas ni es cómoda ni resulta efectiva. De hecho, la única razón por la que sigue vigente es para ningunear al trabajador y evitar que haya un control eficaz de lo que ocurre con sus horarios.
El registro plenamente digital de los horarios de trabajo permitiría detectar si se está dando alguna clase de fraude o exceso en la jornada laboral de las empresas y llevar un mejor registro de la productividad de cada empleado, aunque también otorgaría al Estado una herramienta para indagar en los datos de cada empresa, sea grande o pequeña.
Cabe subrayar que el control de la jornada laboral es obligatorio en todas las empresas de España, independientemente del tipo de contrato de sus empleados. Las sanciones vigentes por incumplir la normativa varían según la gravedad de la infracción.
La misma obligatoriedad de fichar al entrar y salir de la oficina aplica para quienes trabajan desde casa. Los empleados en teletrabajo deben registrar su jornada laboral con las mismas condiciones que quienes trabajan presencialmente, incluyendo horario de entrada y salida, descansos y horas extras en caso de haberlas.