Muchos desempleados mayores de 52 están en una situación difícil, han agotado el paro y se agarran al último recurso, el subsidio de mayores de 52, la Renta Activa de Inserción o el Ingreso Mínimo Vital. Pero ¿qué conviene más en cada situación?
Si tienes más de 45 años y menos de 65, puedes pedir la Renta Activa de Inserción (RAI), aunque con la puesta en marcha del Ingreso Mínimo Vital, este subsidio está en vías de desaparecer. La RAI se concede cuando se te agota el paro o si no tienes derecho a él. Debes estar inscrito ininterrumpidamente como demandante de empleo durante 12 o más meses. Se puede cobrar durante tres años, pero no seguidos, debes dejar un año sin recibirlo y pedirlo de nuevo al año siguiente.
Se cobra igual que el subsidio para mayores de 52 años, es decir 451,92 euros mensuales. Para cobrar la RAI debes tener menos de 65 años y que la suma de los ingresos mensuales obtenidos por todos los miembros de tu familia (el solicitante, su cónyuge y los hijos menores de 26 años o mayores incapacitados o menores acogidos), dividida por el número de miembros que la componen no supere 712,50 euros mensuales por miembro.
Es un subsidio de 452 euros (451,92) mensuales que se cobra hasta que te jubiles si tienes 52 años o más y no tienes otros ingresos. Se exige tener acumulados al menos 15 años de cotizaciones en cualquier régimen de la Seguridad Social, dos de los cuales deben estar dentro de los últimos 15 años, y 6 años como mínimo deben ser cotizaciones en el Régimen General.
Las ventajas de este subsidio con respecto a la RAI son muchas.
Por lo tanto, si estás cobrando la RAI y cumples los requisitos, debes pedir cita previa el paro (no se puede hacer on line) y pedir el subsidio para mayores de 52, si te lo conceden, se da de baja la RAI automáticamente.
El año pasado se puso en marcha el Ingreso Mínimo Vital, IMV, una prestación que garantiza unas rentas mínimas a los hogares. El IMV se calcula en función de los ingresos y el patrimonio de los residentes en el hogar. Hay hasta 14 niveles diferentes de ayudas, que van en 2021 desde los 469,93 euros al mes para un adulto solo, a los 1.033,85 euros al mes para cuatro adultos y un niño.
Los importes recibidos por el IMV son superiores a los del subsidio de mayores de 52 años, pero no cotizan a la Seguridad Social. No obstante, no debes preocuparte por eso, antes de pedir el IMV debes pedir el subsidio para mayores de 52, ya que es obligatorio “haber solicitado las pensiones y prestaciones vigentes a las que pudieran tener derecho” para acceder al IMV.
El Subsidio para mayores de 52 años y el IMV son compatibles. Se pueden pedir los dos, pero la Seguridad Social estudiará ingresos y patrimonio del solicitante y su unidad de convivencia.
Pongamos un ejemplo. Para un padre, una madre y un hijo el Ingreso Mínimo es de 751 euros al mes. Si uno de ellos está cobrando el subsidio para mayores de 52, el importe que podría solicitar del Ingreso Mínimo sería de 300 euros al mes (752 – 452 euros).
Si los dos cobran el subsidio de mayores de 52 años, sumarían 902 euros de ingresos, por lo que en este caso, no tendrían derecho al Ingreso Mínimo Vital al superar el tope de rentas para dos adultos y un menor, que la normativa fija en 751 euros al mes para esa unidad familiar.
Como la casuística es muy variada, la Seguridad Social ha habilitado un simulador muy sencillo donde tras responder a unas cuantas preguntas te dicen si te corresponde el IMV y qué cantidad.