Un año más, llega el momento de decir adiós a las vacaciones, y es normal que sientas tristeza al dejar atrás esos días de descanso en los que has disfrutado de nuevas experiencias, lejos de las preocupaciones del día a día.
Tus días libres han finalizado, toca volver a rutina. Lo más probable es que este verano hayamos hecho cosas o nos hayamos ido a algún sitio, ya sea de viaje, a la playa o a la montaña.
Por todo esto tendremos que darle una pequeña puesta a punto a nuestro hogar a nuestra vuelta, preparar nuestra casa para comenzar de nuevo la rutina, organizar, poner orden… esas tareas que nos cuesta hacer pero que cuando las realizamos, nos sentimos muy a gusto con nosotros mismos y nuestro entorno.
Lo primero es la organización. Antes de comenzar a agobiarnos queriendo hacer muchas cosas sin llegar a terminar ninguna, tenemos que pensar en priorizar, ¿Qué es lo más importante de todo lo que tenemos que hacer? ¿Qué resulta imprescindible hacer? ¡Te ayudamos!
Es lo peor de las vacaciones. Las maletas que partieron en perfecto orden suelen regresar hechas un verdadero lío, por eso es importante librarse cuanto antes de la tarea de deshacerlas. Te recomendamos que sea lo primero que hagas después de levantar las persianas. Abre maletas y clasifica por coladas.
Si eres un buen amigo de las plantas te habrás encargado de que alguien las cuide durante el tiempo que estuviste fuera. Por supuesto, échales un ojo, revisa los maceteros y su estado general. Son imprescindibles para una vida sana y que tu casa no sea un oscuro agujero. Las plantas son sinónimo de vitalidad y, a la vuelta de vacaciones, su compañía sienta muy bien.
Un clásico del regreso de las vacaciones es lanzarse al supermercado como si no hubiera un mañana y llenar el frigorífico vacío con lo que sea que te apetezca. Lo mejor, en estos casos, es elaborar una serie de menús a conciencia, que te ayuden de verdad a estar preparado para el regreso al cole y al trabajo. Si sabes qué necesitas, tendrás clarísimo qué debes comprar.
Tener predefinidos los menús es una buena manera de planificar una visita saludable en el supermercado, para llenar tu frigorífico con alimentos que de verdad necesitas y además ahorrar algo de dinero, que siempre viene bien. Si durante estos primeros días te ha servido de ayuda, puedes aplicar esta técnica semanalmente. Verás que además de ahorrar de manera considerable en la compra, tienes la despensa y el frigo mucho más organizados.
Una buena manera de evitar los efectos del síndrome posvacacional es regresar a casa unos días antes de empezar a trabajar. Es útil para hacer una adaptación progresiva a la vuelta y minimizar la tristeza y el estrés que muchos sienten al volver a la rutina. También es perfecto para poder contar con unos días libres para organizar la casa: limpiar, ordenar. Si te propones esto último, verás que en realidad no hacen falta grandes cosas.
No subestimes el poder de la tecnología. ¿Qué tal si pones tu robot de limpieza a andar cada vez que tengas que salir? Si no tienes ninguna ayuda de este tipo, quizá este sea un buen momento para plantearte la compra. La mayoría cuentan con tecnologías mejoradas para recorrer con eficacia todas y cada una de las estancias de tu casa, eliminando el polvo e incluso fregando el suelo con agua y jabón.
Si tienes mascota, este tipo de artilugios te vendrán fenomenal para hacer desaparecer el pelo y el polvo con eficacia sin perder ni un minuto de tu tiempo. Busca una solución que te ayude con esta tarea. Verás que, de este modo, el regreso de las vacaciones no se te hace tan cuesta arriba.
Los días de vacaciones y tiempo libre a raudales han terminado ya. Poner orden a las rutinas es imprescindible para que mayores y pequeños podamos sentirnos bien durante el proceso de vuelta. Una buena manera de hacerlo es organizando las pequeñas rutinas en casa y creando espacios que nos permitan enfocarnos en nuestras tareas.