La adquisición de una vivienda de segunda mano en España es una acción que, como no podía ser de otra manera, conlleva una serie de gastos adicionales que son esenciales para poder completar legalmente la transacción. Estos gastos se pueden agrupar en varias categorías diferentes, incluyendo en estas los gastos de notaría, registro de la propiedad, impuestos y, en algunos casos, gastos de gestoría y adicionales relacionados con la hipoteca. Te contamos más en detalle los gastos y las cantidades que puedes esperar tener que desembolsar al comprar una vivienda de segunda mano.
Los gastos de notaría son aquellos honorarios que se pagan por los servicios del notario, que es quien oficializa la compraventa asegurándose de que se cumple con todos los requisitos legales. Estos costes varían dependiendo del valor de la vivienda y pueden estar entre 600 y 875 euros. Es importante destacar que el notario puede ser elegido por cualquiera de las partes involucradas y su elección no está limitada por la ubicación geográfica de la propiedad.
Tras formalizar la compraventa ante notario, es necesario inscribir la operación en el Registro de la Propiedad. Esta acción proporciona seguridad jurídica al comprador, haciendo público el cambio de titularidad. Los costes de este trámite también están regulados y dependen directamente del precio del inmueble, oscilando generalmente entre 400 y 650 euros.
El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) es el tributo principal al que debemos hacer frente a la hora de comprar una vivienda de segunda mano. La tasa aplicable varía según la comunidad autónoma donde se encuentre la propiedad, y puede oscilar entre el 4% y el 10%. Esto implica que para una vivienda de 250.000 euros, el importe del ITT puede ir desde 12.500 hasta 20.000 euros, dependiendo de la tasa aplicada por cada comunidad, que además puede variar cada año, por lo que conviene comprobar el tipo a aplicar en cada caso.
Aunque se trata de una opción, y no de una obligación, la contratación de una gestoría puede facilitar el proceso de compraventa, especialmente si en la operación también se incluye el trámite de la apertura de una hipoteca. La gestoría se encarga de la liquidación de los impuestos y de otros trámites administrativos necesarios. Este gasto puede rondar los 300 euros extras, aunque varía en función de la gestoría escogida por nuestra parte.
Si la compra de esta vivienda de segunda mano se financia a través de una hipoteca, se deben tener en cuenta que se presentarán una serie de gastos adicionales, como es el caso de la tasación del inmueble - en torno a los 300 euros -, la comisión de apertura - depende del banco y la cantidad - y, potencialmente, honorarios inmobiliarios si la propiedad se adquiere mediante agencia - aunque esto último no está necesariamente unido a la hipoteca -. Estos gastos pueden añadir una cantidad significativa al coste total de la operación, por lo que la compra se encarece un poco más.
En resumidas cuentas, la compra de una vivienda de segunda mano en España conlleva una serie de gastos que van más allá del precio de venta de la propiedad. Estos incluyen gastos de notaría, registro de la propiedad, impuestos, gestoría y posiblemente gastos adicionales relacionados con la financiación hipotecaria. Es muy importante tener en cuenta todos estos factores al calcular nuestro presupuesto total para la compra de una vivienda de segunda mano, asegurándose así de tener los fondos necesarios para completar la adquisición sin sufrir incómodos contratiempos o retrasos a la hora de formalizar la compra.