Los amigos de lo ajeno siempre están ideando nuevos métodos para entrar en nuestros hogares entrar en nuestros hogares y hacerse con nuestras pertenencias. Por mucho que mejoren las medidas de protección los ladrones también perfeccionan más sus técnicas, que van desde lo más básico que es romper una puerta o ventana hasta valerse de ingeniosas artimañas.
En ese sentido, la Policía Nacional ha alertado en sus redes sociales sobre un nuevo método que están utilizando los ladrones de viviendas. Consiste en colocar unos testigos de plástico transparentes entre el marco y la puerta de entrada al piso, en sitios poco visibles. Los cacos vuelven dos o tres días después para ver si continúan ahí, lo que significaría que tienen vía libre para entrar.
Se trata de una variación de los palitos de madera, hilos de lana, trozos de papel o de celo que las bandas suelen colocar en las puertas de las propiedades que van a robar. Otra cosa que suelen hacer es manchar con vaselina o cacao las mirillas de los vecinos de la vivienda que quieren robar para así no ser observados ni ser reconocidos.
Otro método muy utilizado para efectuar un robo es el bumping, que consiste en introducir una llave maestra en la cerradura, golpearla suavemente y hacer saltar el bombín. Así se libera el giro de la llave y permite la apertura de la cerradura. Luego, para no levantar sospechas, vuelven a colocar el bombín en su sitio y la puerta sigue cerrada.
El impresioning es otro método popular consistente en introducir una lámina de aluminio deformable que consigue una impresión de las muescas de la llave con la que poder hacer una copia. También están el resbalón, écnica con la que se introduce una lámina de plástico, tarjeta de crédito o radiografía en el marco de la puerta para abrirla, o la tradicional ganzúa, solo para puertas que no son de seguridad o no tienen la llave echada. En cualquier caso, si al volver a nuestra casa la puerta no está cerrada como la dejamos o vemos algo revuelto, debemos salir y llamar a la Policía o a la Guardia Civil.