Cada vez son mayores las posibilidades de que el BCE suba los tipos de interés a lo largo del año 2022, probablemente en otoño. El aumento disparado de la inflación nos acerca más que nunca al que sería primer repunte del precio del dinero en casi una década. Esta decisión vendría acompañada de una subida del euríbor -que en marzo cerró en -0,237%, su nivel más alto desde junio de 2020- y, por tanto, de un encarecimiento de las hipotecas variables ya contratadas.
En este contexto, nos encontramos en un buen momento para cambiar la hipoteca y pasar de variable a fija, lo que nos permitirá protegernos contra la hipotética subida de los tipos. El interés fijo se mantiene constante durante todo el plazo y es adecuado para quienes quieran estabilidad aunque pueda ser menos ventajoso al inicio, mientras que el variable es conveniente tenerlo si el euríbor cotiza bajo, como ha hecho hasta ahora. Con la subida de los tipos de interés, a partir de la siguiente revisión desde la subida, pagaremos más intereses por el capital que el banco nos ha prestado para comprar nuestra casa.
Aunque dependerá de la evolución del contexto económico y político, el euríbor podría llegar a cero en las próximas semanas o meses e, incluso, podría terminar el año en positivo, por lo que los bancos ya están empezando a hacer un reajuste de sus tipos de interés. Así, si estás pensando en pasarte a la hipoteca a tipo fijo o en subrogarse todavía estás a tiempo porque en líneas generales el diferencial entre ambos tipos aún no es tan grande y se pueden encontrar hipotecas fijas a tipos de interés muy atractivos, según iAhorro. Probablemente pagues más a corto plazo pero tendrás más tranquilidad a medio.
Ante el riesgo que las hipotecas a tipo fijo representa para la banca, a principios del pasado marzo el Banco Santander, Openbank, ING o BBVA ya habían decidido subirles los tipos con incrementos de entre un 0,05% y un 0,7%. Por su parte, Bankinter y BBVA registraron bajadas de hasta un 1% en los tipos variables y actualmente se pueden encontrarse en el mercado hipotecas variables con un tipo de interés de euríbor + 0,79% de diferencial, aunque lo más habitual es que ese diferencial ronde el 0,89% o el 0,99%.
¿Y qué hay de la opción de una hipoteca mixta? Lo cierto es que en la mayoría de los casos no es una alternativa atractiva. Estos productos, al tener un tipo fijo al principio, no te permiten aprovechar la baja cotización actual del euríbor, mientras que al contar con un interés variable al cabo de unos años, tampoco dan tanta estabilidad como las hipotecas fijas.