La felicidad es un estado de ánimo que implica el bienestar de un ser humano aunque cabe decir que se trata de una condición subjetiva y relativa, lo que significa que dos personas no tienen por qué ser felices aunque se expongan a una misma razón. Es por ello que, aunque a veces no necesitemos un argumento, puede estar relacionado con el sentimiento de autorrealización, así como con conseguir nuestros deseos y aspiraciones. Sin embargo, según el experto de Harvard Arthur Brooks, hay varias técnicas que podemos llevar en el día a día y que son capaces de alzarnos hasta un estado de plenitud personal.
Arthur Brooks, además, es una figura muy relevante en el ámbito económico mundial y científico social con nueve libros en el mercado. Tal y como él mismo ha explicado, existe una pregunta que todos deberíamos hacernos en el día a día para poder poner el foco en la felicidad y que ha sacado a la luz en la revista The Atlantic: Si muriese ahora mismo, ¿me arrepentiría de algo?. Y es que pensar en el final de la vida es, sin duda, una manera de reconectar con el presente y los aspectos importantes para cada uno.
Según el autor, es necesario convertir “esta consideración en una rutina”. Para ello, hay que tratar de, al abrir los ojos en la mañana, pensar: “Sé que en unos años estaré muerto, y unos años después de eso, nadie recordará mi nombre. Pero estoy vivo hoy, y no lo desperdiciaré. Con la práctica, lo sentirás cada vez menos antinatural", señala el experto de Harvard.
Además, habría que realizarse otras preguntas complementarias a la anterior, según lo citado en el medio mencionado. En primer lugar, ¿cuántos de tus sueños te están llevando a posponer un el amor y la felicidad en este mismo momento? El autor quiere referirse con esto a los elementos "alejados del dinero o cualquier otra recompensa mundana". En segundo lugar, ¿qué consejos le darías a tu yo actual? Brooks confía en que, lo más seguro es que no te digas a ti mismo que “la salud del matrimonio puede esperar”, sino que tomes medidas ante los contratiempos. Por otro lado, también sería significativo el hecho de reflexionar sobre qué quedará de ti en el mundo cuando ya no estés y, como consecuencia, el bien que puedes hacer en la actualidad y los “esfuerzos que puedes llevar a cabo para mejorar la vida de las generaciones futuras”, finaliza Arthur.