Hacer la colada es una de las tareas que menos ganas da a la mayoría de las personas. Y es que poner la lavadora, tenderla, plancharla, doblarla y guardarla se puede convertir en un proceso que puede durar días, y más con la llegada del otoño, pues la ropa tarda más en secarse.
Tender la ropa de la manera correcta es fundamental para que mantenga su correcta textura y buen color. No dejar la ropa mucho tiempo en la lavadora una vez que ha terminado, sacudir bien la prenda antes de tenderla, darle la vuelta a la ropa para evitar que pierda color, poner las pinzas correctamente en las costuras de la ropa y utilizar perchas son algunas de las recomendaciones casi milenarias de cómo se debe tender la ropa en casa.
No obstante, para milenario, el truco japonés para tender la ropa, conocido como método arcoíris, que permite secar la ropa antes y con muchas facilidades para plancharla. Este sistema de secado consiste en colgar la ropa en perchas en las varillas de un tendedero y dejar que se seque con la corriente de aire. Con este pequeño tip, la indumentaria recién lavada estará más holgada, lo que permitirá un rápido secado, al mismo tiempo que las prendas terminarán con menos arrugas.
Se trata de una técnica muy eficaz que utiliza el principio de distribución uniforme de la ropa, es decir, en la manera en la que se distribuye la ropa en el tendedero al momento de secarla. Así como los colores del arcoíris se alinean de manera ordenada, en este método, la ropa se organiza en capas estratégicas para maximizar la circulación del aire y reducir el tiempo de secado. La clave del éxito del método es asegurarse de que el aire pueda moverse libremente entre las prendas, favoreciendo la evaporación de la humedad.
Con la llegada del otoño y del invierno y si se tiene poco espacio, el secado de la colada se convierte en todo un quebradero de cabeza en muchas casas. Los tendederos tradicionales ocupan mucho espacio, pero los japoneses tienen un truco infalible. En lugar de utilizar un tendedero de alas utilizan un burro o perchero de ropa y llevan a rajatabla el método arcoíris.
Lo primero que hay que hacer es organizar la ropa según su tamaño y grosor. El objetivo es colocar las prendas más gruesas, como las toallas y los pantalones, sobre todo si son vaqueros, en la parte exterior del tendedero. Estas piezas tardan más en secarse y necesitan más exposición al flujo de aire. A medida que te mueves hacia el centro, hay que ir colocando las prendas más finas, como camisetas, camisas y ropa interior. De esta manera, se crea un equilibrio en el que todas las prendas reciben aire impedimentos, reduciendo el tiempo total de secado de la ropa.
El método arcoíris permite un secado uniforme. Muchas veces, al tender la ropa de manera desorganizada, algunas piezas se secan más rápido que otras, y esto puede generar la necesidad de mover la ropa constantemente. Con este método, se minimizan esos ajustes, ya que el aire circula adecuadamente por todas las áreas, consiguiendo que la ropa se seque de manera homogénea. Además, evitando la acumulación de humedad se reduce la posibilidad de que la ropa coja olor.
El método arcoíris también es ideal para aquellos que prefieren métodos ecológicos de secado, como secar al aire libre. Si tienes un espacio exterior para tender la ropa, aprovecha al máximo el sol y el viento. Alinea tu ropa de acuerdo con el grosor y deja que el viento haga su trabajo, actuando como un secador natural, mientras que el sol no solo acelera el proceso, sino que también ayuda a desinfectar las prendas.
Otro truco que complementa este método es el secado en curva, que consiste en colgar cada prenda en perchas, pero colocando las prendas más cortas en el centro y las más largas en los extremos. De esta forma, se optimiza aún más la circulación del aire, logrando un secado más rápido.