Cuando compramos una casa nueva o pintamos las paredes del hogar, una de las primeras cosas que se nos vienen a la mente es esa primera mancha. Las manchas en las paredes blancas son una pesadilla para muchos y, además, pueden surgir por diferentes motivos. Hay paredes en zonas de la casa que son más propensas a las manchas, sobre todo si hay niños o animales, como las habitaciones infantiles o la cocina.
En las primeras, los niños suelen tocas las paredes de las maneras o incluso utilizarlas como lienzo. En la cocina, la grasa y las partículas en suspensión tienden a impregnar y desgastar las superficies. La humedad también es la enemiga de las mancha de las paredes blancas dado que las bacterias y otros microorganismos nocivos se concentran en las filtraciones y los estancamientos de agua. Otras manchas que no puedes pasar por alto son las que ocasionan el humo o la nicotina, que también van a acabar impregnando las paredes de color y olor.
“Las paredes no solo se ensucian por manchas accidentales, sino también por acumulación de polvo. Lo primero que deberíamos hacer si queremos limpiar una pared es eliminar este polvo con un aspirador o un plumero. Luego, podemos usar una esponja con agua tibia y jabón líquido. Ojo, no debemos frotar la mancha con fuerza. Se trata de realizar movimientos suaves. De este modo, las manchas más superficiales deberían desaparecer. Si esto no funcionase con manchas, por ejemplo, de rotulador o bolígrafo, otra solución propuesta es hacer una mezcla de bicarbonato y agua. Se trata de extender por la mancha la pasta de bicarbonato y dejar actuar”, aseguran desde Blatem, especialistas en pintura.
Como siempre, nunca hay una única solución para limpiar las paredes, y más si son blancas. Secretos, soluciones y trucos para mantener las paredes blancas abundan en las redes sociales. La influencer y experta en orden y limpieza Esther Leuthold (@ordenenmivida), tienen el truco infalible para mantener nuestras paredes blancas perfectas y decir adiós a cualquier tipo de mancha o suciedad. Su tip no es otro que CIF cremoso y una bayeta de microfibra.
Hay que humedecer un poco la bayeta y poner un poco de producto en ella, tras esto se recomienda hacer primero una prueba en una mancha pequeña en algún lugar escondido y poco visible, para luego darle a la mancha grande. Se frota suevamente ejerciendo ligera presión en círculos, e insistiendo un poco. Si la mancha es fuerte, deja sobre ella un poco de la crema usando la propia bayeta y frota suave como para que se quede impregnado. La experta recomienda que, aunque se vea que la parte limpia se ve más reluciente que el resto de la pared, no hay que limpiar toda la superficie, sino esperar unos minutos hasta que se seque y entonces decide.
El bicarbonato es otra solución casera para la limpieza, y es muy beneficioso para las tareas domésticas. Es ideal tanto para las limpiezas diarias como para acabar con manchas complicadas. Se trata de un gran quitagrasas, desatascador y desinfectante y limpia paredes. Quitar una mancha de la pared con este producto es tan sencillo como aplicar bicarbonato de sodio en la superficie a limpiar y, con una esponja, restregar el producto por la zona afectada.
“Para ello, pon un poco de bicarbonato de sodio en el lado fino de una esponja humedecida y frota por la mancha hasta cubrir la totalidad de la superficie que queremos limpiar. Después deja que el área frotada se seque por si sola hasta que verás, cuando el cerco de agua desaparezca, como el bicarbonato de sodio ha hecho su función”, aseguran desde Decoesfera.
Además, se si mezcla al bicarbonato con un poco agua formando una pasta, se pueden eliminar las manchas de bolígrafo y rotulador de la pared. Hay que dejar actuar mientras frotas con suavidad, y la mancha se irá aclarando. Si la mancha lleva mucho tiempo y arece seca, se puede ablandar aplicando calor con un secador de pelo.