¿Quién no se ha sentido automáticamente mayor ante la aparición de una cana? Las canas son tan delatoras de la edad como las arrugas en la piel, generando, incluso, mayor malestar.
Lo cierto es que las canas se asocian con el paso de los años, pero también salen en las personas más jóvenes. Sobre ellas hay multitud de mitos, desde que se multiplican si las arrancamos o que son inamovibles. Nada más lejos de la realidad: hay un tipo de canas que sí se puede revertir cuidando nuestro estilo de vida y utilizando el champú correcto.
El paso del tiempo, la exposición a diversos factores, sobre todo radicales libres, y los cambios hormonales, que implican la pérdida de lípidos y aminoácidos, perjudican el cabello.
También el estrés y una dieta pobre pueden provocar que aparezcan, aunque no todos esos elementos influyen del mismo modo sobre el pelo, sino que pueden hacerlo de dos maneras distintas, dando lugar a canas huecas o canas sólidas.
La cana hueca aparece por la inactividad de los melanocitos, las células que se introducen en el centro del queratinocito, pigmentándolo y dando color al cabello. Cuando desaparecen, el cabello adquiere el color blanco natural que deja el queratinocito al solidificarse. Estas canas no son reversibles.
La canas sólidas, por el contrario, sí pueden corregirse. Estas canas están causadas por un problema en la catalasa de las células capilares. La catalasa es una enzima presente en muchos tejidos del cuerpo humano. Su misión es limpiar el peróxido de hidrógeno que producen las células con su actividad y devolverlo al organismo en forma de agua y oxígeno. Cuando este proceso no funciona correctamente, el peróxido de hidrógeno se queda en las células y, si estas son del cabello, pueden decorarlo, dando lugar a la cana sólida. Para ello, recomiendan utilizar cosméticos capilares con ingredientes que potencien la actividad celular.
Como complemento al ritual de cuidados antienvejecimiento capilar, e igual que sucede con la belleza de la piel, aquello que comemos influye muchísimo en el pelo: seguir una dieta equilibrada y basada en verduras y cereales es su consejo, así como potenciar los alimentos ricos en zinc y en vitaminas del grupo B. Y, por último, paciencia... El ciclo capilar puede durar entre tres y siete años desde que el cabello que sale se cae y nace uno nuevo. Si alguno de ellos se encuentra al final del ciclo, puede que el nuevo ya crezca con nuestro color natural, pero el resto tardaría mucho más en salir.