Las manchas cutáneas son esas persistentes huellas que nos incomodan y parecen aferrarse a nuestra piel. Después de la exposición solar y meses sin una rutina adecuada, nuestra piel no tarda en manifestarlo, sobre todo cuando superamos los 50, aunque no es la única circunstancia adversa. “Debemos evitar el sol en el caso de algún tipo de hematoma o herida, si tienes acné, si estás tomando algún tipo de medicación fotosensible, si te has depilado con cera con un dispositivo tipo láser o con algún tipo de luz y, por último, si te encuentras en algún momento hormonal concreto como el embarazo”, explica Myriam Yebenes, directora del Instituto de Belleza y Medicina Estética Maribel Yébenes.
Pese a que por regla general para comenzar un tratamiento para eliminar o reducir las manchas debemos evitar a toda costa el sol durante los meses de verano y usar mucho protector solar, existe un tipo de láser que puede aplicarse durante durante todo el año, lo que le hace muy útil ante las manchas. Se trata del Láser Amarillo, coloquialmente llamado 'borrador de la piel'. Es el único láser amarillo 589 en el mercado internacional para el rejuvenecimiento potenciador de la juventud de la piel, en cualquier época del año.
Este láser dispone de una energía que surge de un diodo con cristal LBO que desdobla el láser en amarillo e infrarrojos en distintas longitudes de onda. El beneficio de este láser, en comparación con otros, es que se necesitan menos sesiones con mayores resultados, inmediatos y más duraderos, sin dolor ni rojez.
Uno de ellos es que esta exclusiva longitud de onda tiene gran afinidad por la hemoglobina y melanina. El segundo secreto es la acumulación: pequeños puntos que interactúan en la piel con un barrido que consigue a la vez coagulación y calentamiento difuso, una combinación que favorece la pigmentación uniforme y la creación de un tejido cutáneo redensificado. El tercer secreto es el disparo múltiple, una tecnología de micropulsos, que aporta potencia al tratamiento.
El láser amarillo puede usarse en dos tipos de tratamiento. El primero es el Yellow Flash, que se combina con nutrocosmética y para el que se necesitan de una a tres sesiones. El segundo es Yellow Manchas y Capilares, cuyo objetivo es combatir y reducir rojeces, rosáceas, acné. Dependiendo del paciente, son suficientes tres o cuatro sesiones, con algunas semanas de diferencia.
El precio de cada sesión de láser amarillo ronda los 250 euros. Como en cualquier tratamiento estético, la constancia es fundamental. “Si algo debemos hacer para conseguir y prolongar los resultados de nuestros cuidados es ser constantes y no cortarlos a medio camino. Y el láser no es ninguna excepción si queremos lograr unos resultados únicos y avanzados”, señala Yébenes.