La toxina botulínica parece ser el producto estrella en las estrategias antiaging. No rellena surcos ni arrugas, pero devuelve juventud al rostro gracias a que minimiza la contracción muscular, lo que hace que la piel luzca más relajada y más lozana. A partir de los 30 años, las arrugas empiezan a hacerse visibles en el rostro. En ese momento, es probable que algunas personas empiecen a inyectarse ahí donde hay más surcos cutáneos. ¿Pero es recomendable?
La doctora Doris Day explica en su cuenta de Instagram que no es conveniente inyectarse toxina botulínica en la frente. En su lugar, propone otros lugares, como el entrecejo para hacerlo.
Esta experta prefiere inyectar la toxina en los músculos donde no se compromete la apertura de la mirada. Porque, como sostiene otra experta, la doctora especialista en medicina estética @drloretta, el bótox en la frente puede facilitar la caída de los párpados, lo que, a su vez, daría al rostro un aspecto envejecido y cansado, exactamente lo contrario al objetivo buscado.
"Don’t Botox your forehead anywhere within inches of your brow or it can drop your brows (called brow ptosis) and make us look angry and older", así lo expresa esta doctora: caída de las cejas o ptosis de ceja. ¿A qué se refiera la experta?
La ptosis palpebral o caída del párpado superior es uno de los problemas oculoplásticos más comunes. Surge, habitualmente, por una disfunción del músculo elevador, debido a causas degenerativas o congénitas y puede afectar tanto a adultos como a niños.
Por tanto, el bótox puede causar párpados caídos si se inyecta en el lugar equivocado o si se usa demasiado. Al ser una toxina que relaja los músculos, si se inyecta en los músculos que sostienen los párpados o las cejas, esto puede hacer que los músculos que tiran de los párpados hacia abajo se acentúen más.
Afortunadamente, la inyección de la toxina botulínica no puede provocar la caída permanente del párpado ni daños en el músculo que levanta el párpado.
Alrededor del 5% de las personas que se inyectan bótox presentan problemas con la caída del párpado. Generalmente, la ptosis de párpados y cejas por el uso de bótox, generalmente aparece entre unos días y una semana después de la inyección.
Lo habitual es que mejore después de tres o cuatro semanas, aunque puede persistir durante toda la duración del efecto del tratamiento. Por esta razón, algunos especialistas recomiendan no usar demasiada toxina botulínica en esta zona del rostro o espaciar mucho los pinchazos.