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Una buena iluminación y un buen maquillaje pueden hacer maravillas en el rostro de una actriz. Pero ni el mejor cineasta ni el mejor maquillador pueden hacer nada con una piel opaca, descolgada o llena de imperfecciones. No tiene que ver con las arrugas de la edad, sino con la calidad de la piel y la firmeza del rostro. Las grandes estrellas, ya sean hombres o mujeres, lo saben y por eso siempre están a la última de productos, tratamientos y 'manos' mágicas que sepan sacar el mejor partido a su cara y su cuerpo. Descubrir y contar con uno de estos talentos puede hacer una gran diferencia.
Julianne Moore nos ha puesto en el radar a Fabricio Ormonde. El experto se ha convertido en un nombre imprescindible en la agenda de la actriz, hoy de plena actualidad por 'La habitación de al lado', la película en la que comparte protagonismo con Tilda Swinton bajo la dirección de Pedro Almodóvar.
Moore ha dado muestras de ser una maestra en el arte de la buena vida. Durante su estancia en Madrid ha sido frecuente verla en el supermercado gourmet de El Corte Inglés de Goya, en el madrileño barrio de Salamanca, y acudiendo a los masajes de yoga facial de Work Your Face, un centro estético ubicado también en Madrid.
Ya en Nueva York, la actriz ha compartido en sus redes una nueva sesión facial en el salón de Fabricio Ormonde. Y los resultados, como muestra en sus redes, además de espectaculares son una inyección de buen humor.
"Mi piel se siente increíble", asegura la actriz en su cuenta de Instagram, donde muestra algunas de las maniobras que utiliza Ormonde en su rostro.
Este esteticista está especializado en rejuvenecimiento facial con la aplicación de tratamientos en los que utiliza la última tecnología y aparatología con con un planteamiento holístico entre el estado de la piel y el cuidado de la salud.
Desde 2019, Ormonde, que ya era muy conocido entre los esteticistas y cirujanos estéticos de la Gran Manzana, cuenta con su propio establecimiento de estética, donde realiza tratamientos de radio frecuencia, microcorrientes, ultrasonidos, microdermoabrasión, infusión de oxígeno y todo tipo de peelings.
En su publicación de Instagram, se ve una sesión de ionización negativa para tratar la piel. La técnica consiste en generar una gran cantidad de iones negativos que más tarde se unen a los iones positivos para neutralizan los radicales libres en las células de la piel. El objetivo es prevenir el daño celular, aumentar la produción de colágeno y mejorar la circulación sanguínea, tres aspectos claves para ralentizar el proceso de envejecimiento.
Además, algunos expertos sostienen que la ionización negativa puede hacer crecer los niveles de serotonina, algo que incide directamente en el estado de ánimo de los pacientes.
Además, los iones negativos pueden limpiar la piel en profundidad y absorber los iones metálicos residuales de los cosméticos, unos sedimentos nocivos para la piel que favorecen las manchas y el envejecimiento.
Otra de sus ventajas es que la ionización negativa es apta para todo tipo de pieles. ¿Cómo se aplica? Se utiliza a través de ultrasonidos con un aparato en forma de cilindros metálicos y se combina con la terapia de luz LED para potenciar los resultados: iluminar la piel, reducir la aparición de líneas finas y arrugas o erradicar las bacterias que causan el acné.
Para finalizar, se realiza un masaje en cuello, escote y cara para eliminar tensiones, 'colocar' el músculo y lograr una sensación de bienestar como el que Julianne Moore muestra en sus redes.