Notas que tu cabello se está cayendo y te estás planteando hacerte un injerto capilar. Cada vez hay más soluciones efectivas para este tipo de intervenciones. Pero si crees que todo empieza cuando pones un pie en la clínica para el día D, te conviene que hagas planes realistas y sepas lo que probablemente no te han contado: las normas preoperatorias. Te contamos qué tendrás que tener en cuenta antes de la intervención y, para ello, hemos contado con el asesoramiento de Hospital Capilar.
15 días antes de la intervención, tendrás que confirmar con el cirujano que va a ocuparse de tu trasplante si mantienes o no el tratamiento que hubieras estado utilizando contra la calvicie. Si realizas el tratamiento con Minoxidil, habrá que suspenderlo. Si estás haciendo el tratamiento con Finasteride, no es necesario cambiar la rutina, incluido el mismo día de la cirugía.
En estas dos semanas previas, lo ideal es evitar hacer deporte o reducirlo al máximo. La razón es que aumenta el riego sanguíneo y, con ello, la posibilidad de sangrado durante la intervención, lo que dificulta el proceso.
Por último, si en estos días notas picores en el cabello o exceso de caspa, comunícaselo al equipo médico para poder examinar el caso y valorar si es mejor momento para la intervención. La caspa es un indicio de desequilibrio en el Ph capilar y es un parámetro que hay que tener en cuenta antes de cualquier intervención.
Siete días antes de la intervención, la rutina de cuidados debe ser más cuidadosa que nunca. Si tomas algún tipo de medicación de manera habitual, díselo al cirujano. Hay fármacos que pueden interferir en el proceso quirúrgico y, por tanto, en el resultado final. Otros pueden favorecer la alopecia o ralentizar el crecimiento folicular.
Es importante que en esa semana dejes de fumar (al menos, reducir el consumo de cigarrillos). El tabaco puede interferir en la cicatrización y favorecer las infecciones, ya que es un tóxico que enlentece la oxigenación celular. Algo parecido pasa con el alcohol, las bebidas que contienen cafeína y, en general, todas las sustancias excitantes.
Si hasta el momento tu look era de cabeza rapada, interrumpe el afeitado. El rasurado de cabeza es una exfoliación que puede sensibilizar el cuero cabelludo. El día de la intervención, los profesionales te harán el afeitado de cabeza perfecto, con la técnica y los productos adecuados.
En esa semana, es posible que tu médico o cirujano te haya recomendado la ingesta de algunos medicamentos específicos. Sé muy riguroso con los fármacos preventivos, ya que de ello depende, en buena parte, el éxito de la intervención.
Cuando el cabello es muy rubio o canoso es conveniente teñirse con un tinte castaño oscuro. No importa el tipo de tinte, sino más bien su capacidad de tapar la cana. En este caso es probable, por tanto, que los tintes químicos, con amoniaco, sean mejores que los vegetales. Estos últimos también tapan las canas, pero tienen, en general, menor cobertura.
¿Por qué hay que teñirse? La cana es transparente y dificulta la manipulación de los folículos, haciendo más lento y complejo el proceso quirúrgico.
Si cumples rigurosamente con estas normas preoperatorias, llegarás a tu día D con todas las garantías, aunque también habrá alguna rutina específica que habrá que seguir el mismo día de la intervención. Pero esa es otra historia.