No sabemos si 'Coda', Oscar a la Mejor Película 2022, pasará a la historia del cine, pero lo que sí sabemos es que esta edición será recordada como la noche en que Will Smith arrasó, pero por los motivos equivocados. El actor no pudo contenerse y propinó un puñetazo a Chris Rock, presentador del evento, cuando bromeó sobre la calvicie de su esposa, la actriz Jada Pinkett-Smith.
La actriz ha hecho de su alopecia una causa de la que se ha convertido en referente, como muestra casi a diario en su cuenta de Instagram. Pinkett-Smith admitió en uno de sus posts que había decidido raparse la cabeza porque había llegado el momento de "dejar ir" a a enfermedad. El gesto de ayer durante la gala mostró a una mujer aún tocada por su calvicie algo lógico en alguien para quien el físico es una herramienta de trabajo. Antes de pensar si se recuperará o no, ¿qué le pasa exactamente a la actriz?
La calvicie es algo habitual en España: somos el segundo país del mundo donde hay más calvos. Más del 42% de los hombres la padecen; las mujeres tampoco se quedan atrás. Las españolas son las europeas que más sufren de caída capilar.
Respecto a las clases de calvicie, existen distintos tipos de alopecia. El efluvio telógeno, por ejemplo, aparece después de una enfermedad grave, cuando el sistema inmune ha sido puesto a prueba. Ocurre unos tres meses después de la crisis y suele revertir. Muchos pacientes de Covid la han padecido y la están padeciendo.
También existe la alopecia traumática, producida por traumatismos en la cabeza o malos hábitos (por ejemplo, peinados tirantes, exceso de tintes o, en general, malos cuidados), y la areata, la que parece afectar a la esposa de Will Smith, la celebrity que ahora la padece, aunque fue Carolina de Mónaco la primera en mostrarla en 1996, cuando iniciaba su historia de amor con Ernesto de Hannover.
Se trata de una enfermedad autoinmune. Ante un factor estresor, el cuerpo ofrece una respuesta inmunitaria excesiva en forma de inflamación que ataca los folículos pilosos.
La causa por la que nuestro sistema inmune produce esta inflamación no se conoce con exactitud, pero sí se sabe que concurren factores genéticos y ambientales. Entre ellos, estrés, ansiedad, excesos de productos químicos, mala rutina de cuidados, enfermedades carenciales y otros trastornos, como problemas tiroideos o atopias (sensibilidad extrema en piel y cuero cabelludo).
La buena noticia es que como el folículo piloso no se destruye, la enfermedad es reversible aunque, desgraciadamente, hay casos refractarios a los tratamientos. Como todas las enfermedades autoinmunes, es posible que se asocie a otras patologías y que curse simultáneamente a otros trastornos.
Depende mucho de cada caso. La extensión de la alopecia es muy variable, desde unas pocas zonas en cuero cabelludo o la barba, a múltiples áreas sin pelo. También puede afectar a cejas, pestañas. En raras ocasiones la alopecia se extiende por todo el cuero cabelludo o, incluso, por todo el pelo corporal.
Al ser una enfermedad autoinmune, asociada a brotes, su curso también es variable, con remisiones y recaídas. A veces se resuelve en pocos meses y otras tiene un curso crónico que puede implicar años. Cuando está asociada al estrés, puede ser recomendable hacer alguna terapia que mantenga a raya la ansiedad o establecer cambios en el estilo de vida.
Nuevamente, depende de cada caso, en función de la extensión, gravedad, edad e historia clínica del paciente. Desgraciadamente, no hay una terapia efectiva, aunque existen distintos tratamientos para que las áreas de alopecia repueblen. Normalmente, se utilizan corticoides, inmunomoduladores e inmunosupresores, precisamente para aminorar la reacción autoinmune.
Algunas investigaciones sugieren que puede haber una relación entre la microbiota y la alopecia areata. Si la microbiota no está bien, no va a absorber los nutrientes necesarios y, cuando hay un estado carencial, el organismo lo reparte entre las áreas vitales, entre las que no se encuentra el pelo. Sin embargo, hay que esperar que esta línea de investigación avance para poder confirmar la interrelación.
En primera instancia, cuidar el pelo y el cuero cabelludo con delicadeza, confirmar con tu médico si padeces algún tipo de carencia nutricional y revisar tu estilo de vida para tratar de paliar o minimizar el estrés malo, el que te hace generar un exceso de cortisol, la hormona que interviene en la inflamación crónica.
Además, los dermatólogos aconsejan las siguientes pautas para evitar la caída del pelo: