A todos nos gusta disfrutar de una bebida bien fría, más bien helada, aunque ya no hagan altas temperaturas. A veces no hemos previsto poner a enfriar con tiempo suficiente nuestra bebida preferida en la nevera o en el congelador así que en Uppers hemos tomado nota de cómo enfriar una bebida rápidamente.
La opción de añadir hielo a esa bebida a veces no es la oportuna porque aporta un exceso de agua al deshacerse enseguida precisamente por el calor del mismo líquido y del ambiente; elimina las burbujas en los refrescos carbonatados, cambia el sabor, el aroma y la textura en una cerveza o en un vino o deja los zumos aguados.
Por otra parte, cualquiera de estas bebidas necesita una hora de permanencia en el congelador y hasta tres en el frigorífico hasta alcanzar ese punto frío que busca el consumidor. Sin embargo, hay un truco infalible que consigue bajar la temperatura de los líquidos en poco menos de cinco minutos.
Esto es lo que se necesita para enfriar una bebida rápidamente:
Tal solo es necesario introducir las bebidas en el recipiente, añadir el hielo, la sal y cubrir con agua. El enfriamiento será posible si realmente se utiliza ese tercio del volumen del hielo en sal. Después se remueve de forma lenta y en muy pocos minutos el líquido habrá alcanzado la temperatura deseada y estará listo para su consumo.
La razón está en que al echar sal en el agua con hielo se logra bajar muy rápidamente la temperatura. Esto se debe a que se producen dos fenómenos: una reacción endotérmica y un descenso crioscópico. Por una parte, se absorbe el calor de la bebida rápidamente y, por otra, baja la temperatura del agua.
Al añadir sal se genera una reacción endotérmica o química donde se consume energía en forma de calor. Es decir, la sal absorbe el calor de las latas o las botellas de bebida a medida que se va disolviendo en el agua del recipiente. De este modo actúa mejor que el hielo.
Por otra parte, hay un descenso crioscópico debido a la interacción entre el agua y la sal, que disminuye su punto de congelación desde los cero grados hasta los - 18 ºC. Así, el agua junto con la sal y el hielo reduce su temperatura por debajo de los cero grados, pero no se congela.
Hay otros remedios para enfriar bebidas como por ejemplo cortar unos limones en rodajas y después congelarlas. Usando estas rodajas como si fueran cubitos de hielo además de bajar la temperatura de los líquidos se les aromatiza y les aporta un punto cítrico muy refréscate para el verano. También se puede hacer con uvas, con frambuesas o con fresas.