Acabamos con la discusión: cuánta espuma tiene la caña perfecta

Si el debate de si la tortilla es mejor con cebolla o sin ella se ha vuelto una consulta recurrente, hay otra que pasa más desapercibida pero que también tiene una gran presencia entre la sociedad española: la caña, ¿con o sin espuma? Mientras que a unos les gusta que haya una buena capa blanca cuando se sientan a tomase una en la terraza, otros piden, por favor, al camarero que se la sirva sin espuma. ¿Cuál es la mejor forma? Una maestra cervecera nos da la respuesta de cuánta espuma lleva la caña perfecta.

La espuma ideal

Realmente tenemos que conocer que los expertos en cerveza no se refieren a la espuma como tal, sino que la llaman crema, siempre que esté bien tirada sobre la caña. Tal y como explica Lidia Benito, maestra cervecera de Mahou, esa crema, que debe suave y compacta, “es un elemento imprescindible, ya que ayuda enormemente a que nuestra caña se mantenga en condiciones idóneas con el paso del tiempo porque actúa a modo de tapa”.

¿Entonces, cuál es el punto ideal de crema para una caña? La clave está en el equilibrio. “El punto ideal no es ni mucho ni poco, unos dos dedos de espuma es la cantidad adecuada”, explica Benito.

Cuando se tira una caña y llega el momento de crear esos dos dedos de crema, es fundamental que se haga con el vaso inmóvil y no haciendo movimientos de escanciado. Una vez que la espuma llega al borde, hay que dejar que caiga un poco para deshacernos de las burbujas que se puedan haber creado y ya está lista para servir, tomar y disfrutar.

Saber si tu caña está bien tirada

Sabiendo cuál es la cantidad de espuma que debe llevar una buena caña, ¿cómo darte cuenta de si la caña del bar está bien tirada? Para ello, señala la maestra cervecera, hay que fijarse en lo que llaman ‘encaje de Bruselas’. Esto no es otra cosa que “los distintos aros que la crema de la cerveza va dejando en la copa a medida que te la bebes”.

Además, la experta también recalca que es importante que la cerveza se sirva en el vaso correcto para disfrutarla por completo porque cada cerveza necesita un recipiente diferente. Para una caña “tipo pilsen, en forma de tulipa…”, serían las ideales.