Los festejos navideños son propicios para pensar en comilonas pantagruélicas. Nuestra cultura se presta a este tipo de homenajes culinarios y las reuniones familiares siempre giran en torno a una buena mesa. Aunque nos cueste reconocerlo, “Master Chef” ha hecho mucho daño, dicho sea con todo el cariño y respeto del mundo, y estas fechas son ideales para sacar al chef estrella michelin que llevamos dentro en los fogones. Salvo contadas excepciones, el fracaso será sonoro, y es el momento ideal para compensar a tu pareja o a tu familia reservando en un restaurante con estrella michelín.
Seguro que lo primero que has pensado es que te va a costar un ojo de la cara, pero nada más lejos de la realidad. Es cierto que se habla mucho de los casi 400 euros que cuesta el menú degustación en Diverxo, del reconocido Dabiz Muñoz, elegido mejor chef del mundo, con tres estrellas michelin.
Sin embargo, existen restaurantes por nuestra rica geografía con el galardón del mítico Bibendum en los que se puede comer de lujo, no sólo por menos de 100 euros, sino por menos de 50. He tenido la suerte de probar unos cuantos y doy fe de que son experiencias realmente inolvidables. Toma nota y ya nos darás las gracias tras el festín 😉
Una de las mejores experiencias mesa y mantel mediante la experimenté en el afamado, mediático y televisivo chef Pepe Rodríguez. El Bohío, en Illescas (Toledo) nació siendo una tasca de carretera y el talentoso cocinero con raíces en lo más profundo de la tradición castellana, ha sabido envolver de modernidad y sabor una cocina que no defrauda. Tiene varios menús degustación, la mayoría por debajo de los 100 euros. Yo fui hace unos años, tenía menús de 29, 59 y 89 euros. La casi docena de platos del pase más largo fue un auténtico homenaje al recetario clásico, donde no faltaron ni las lentejas, ni el pisto manchego. Para volver antes de que le den la segunda estrella, en camino, y suba precios.
En los últimos años he experimentado un buen puñado de éxtasis moviendo el bigote y es imposible que se me pueda olvidar el que tuve en Yugo the Bunker. Julián Marmol, un apasionado de Japón y de su cocina, no había visitado nunca el país del sol naciente antes de abrir su restaurante, pero tiene tal conocimiento de su materia prima que asusta. Es cierto que el premio de la guía michelin significó un consistente aumento del precio, pero si te va lo japo, en Madrid Kabuki ya no es la única meca gastronómica. El menú inicial está en 125 euros, pero el local, al estilo taberna japonesa, es propicio para picotear y saborear platos sueltos, que pueden entrar en nuestro presupuesto.
El único concursante de Master Chef en todo el mundo que ha logrado una estrella michelín en su proyecto culinario es español. Carlos Maldonado ganó la tercera edición del afamado concurso de TVE, y su restaurante Raíces, en Talavera de la Reina, Toledo, ha recibido el merecido premio, principalmente por una innovación que hunde sus raíces, nombre de su restaurante, en la tradición más absoluta. Este es de los locales que aún no hemos visitado en persona, pero es uno de los propósitos para 2023. Menús desde 55 euros, asequibles para casi cualquier bolsillo, también los hay de 70, de 85… imposible quedar mal con tu pareja en uno de los hitos de la gastronomía española
L'Antic Molí, en Ulldecona, Tarragona, es un restaurante al que precede la fama de Vicent Guimerá, que puede vanagloriarse de tener el establecimiento con estrella michelín más barato de España. Hay que frotarse los ojos más de una vez para comprobar que un menú con tres aperitivos, entrante, segundo y postre cueste sólo 20 euros. Si estás que lo tiras, por 35 tienes un menú degustación, denominado Gran Bistró, con cuatro aperitivos, entrante, pescado, carne y postre. Si quieres conquistar a alguien por el paladar, debería probar el mar y montaña de pollo de corral con langostinos o las alcachofas con vieiras, patatas y jamón de pato.
No es el más económico, pero Chirón, en Valdemoro, Madrid, puede presumir de tener un menú ejecutivo más que recomendable por sólo 32 euros. Aperitivos, pan, yogur de morcilla, entrante, pescado, carne, postre y dulce final. Por unos euros más puedes completarlo con un arroz socarrat de vieira que está de mírame y no me toques. Lo único que debes tener en cuenta es que este menú está disponible de martes a viernes a la hora de comer. Sin duda, un bocado selecto de tradición por un precio realmente imbatible.
Otro “must” para 2023 es visitar el Cigarral del Santo Ángel Custodio, un lugar emblemático en la capital toledana donde Iván Cerdeño ha apostado fuerte por una cocina sin miedo a la innovación, pero de nuevo con las ideas claras sabiendo de dónde viene. Como casi siempre, hay varios menús disponibles, y en un entorno espectacular, a las orillas del Tajo, con unas vistas increíbles, puedes deleitarte por 60 euros con un menú realmente completo y que te transporta al pasado y al futuro a la vez. Ojo que tu pareja puede ponerse muy cariñosa incluso antes de acabar el postre.
Adrián Quetglas hace que su restaurante, que lleva su nombre, sea una parada obligada en Palma de Mallorca. Y es un lujo, porque desde allí, puedes visitar todos los países donde el chef se ha formado. Argentina, Inglaterra, Francia, Rusia… muchas influencias en una cocina internacional con mil matices y casi millones de sabores. De nuevo la opción de menú de martes a viernes es la que triunfa, con cinco pases por 45 euros. Difícil elegir entre la ternera curada y ahumada con wasabi, el orzo de coco chile con calamar confitado o el gallo de San Pedro con pil pil de caracoles amontillado. Se hace la boca agua y, de nuevo, con un precio irresistible.
Alberto González pone a nuestra disposición por menos de 30 euros un menú en el que se nota que los productos de mar no tienen secretos para él. Domina la lamprea como nadie, pero no se queda ahí. Silabario, en Vigo, Pontevedra, se puede convertir en un destino ideal, y no sólo para degustar los placeres culinarios de la tierra. Por ese dinero puedes elegir, no es menú cerrado, un aperitivo, un entrante, un principal y un postre. Será difícil que en todos ellos no aprecies la conexión que Alberto tiene con el mar y su entorno. Y el espectáculo de la mejor playa del mundo en las Islás Cíes a tiro de piedra… planazo completo.
Imposible que en una lista como esta no esté incluido, al menos, un restaurante del País Vasco. En Garena (Vizcaya), Julen Baz sigue fiel a las raíces de los caseríos de la zona. Apuesta por la cocina de cercanía, con productores locales que cuidan e incluso miman el producto, y eso se nota en la mesa. Su menú de mercado no pasa de 48 euros y los seis pases que puedes degustar de lunes a viernes laborables merece de sobra el viaje. Aperitivo, entrante, plato de mercado, pescado, carne y postre, no puede ser más variada, la experiencia culinaria que puedes vivir en Lamindao.
El Caelis, en Barcelona, es un restaurante evocador de un chef, Romain Fornell, que obtuvo su primera estrella michelin con una precocidad espectacular: a los 24 años, siendo el cocinero más joven de la historia en lograrlo. Tiene tanta imaginación dentro que cada semana cambia el menú que, por 48 euros, te permite comprobar su toque tanto en carnes, pescados, verduras y postres. Ojo a la panceta de cerdo confitada con boniato asado y salsa tom o la calabaza con mousse y crujiente de té. Difícil de olvidar la cocina de este cocinero galo que ya cumple dos décadas en nuestro país.
Nos da un poco de apuro no incluir ningún restaurante de Andalucía en este listado, sabiendo lo bien que se come en el sur de España. Después de probar Bar de Fuegos en Madrid, no dudamos en recomendar Messina, en Marbella, donde Mauricio Giovanini demuestra por qué le dieron la estrella michelin en 2016. Desde entonces es difícil no pasarse por allí cada vez que la vida te lleva cerca de la localidad malagueña. Su actual menú degustación, 95 euros, no oculta su origen argentino y sus vivencias en torno a una parrilla. Mejor planificar y reservar con tiempo… porque no conviene perderse la quisquilla marinada con remolacha, el tartar libanés de crustáceos, la lubina, su caldereta y vegetales con mantequilla noisette o la paletilla de chivo lechal, garbanzo y hierbabuena. Menú de escándalo, oiga.