En España tenemos la suerte de contar con una amplia variedad de vinos de alta calidad. Así lo demuestran los datos de la Federación Española de Vino, que reflejan que en nuestro país hay aproximadamente unas 4.133 bodegas, de las que más de 3.000 son exportadoras, y más de 941.000 hectáreas de vino, y que cada año se producen una media de entre 40 y 42 millones de hectolitros, lo que nos convierte en el tercer productor mundial de esta bebida, solo por detrás de Francia e Italia.
Entre las numerosas variedades de vino que hay en nuestro país, podemos distinguir hasta 96 Denominaciones de Origen Protegidas, entre las que se encuentran 67 Denominaciones de Origen, 19 vinos de pago, dos Denominaciones de Origen Calificadas y ocho vinos de calidad.
Estas cifras ponen de manifiesto la importancia que el sector vinícola tiene en nuestro país, donde no solo tiene un peso a nivel económico, sino también a nivel sociocultural. Ya sea tinto o blanco, en España disponemos de variedades de vinos para todos los gustos, y en prácticamente todos los hogares podemos encontrar alguna que otra botella con la que acompañar la comida en las ocasiones más especiales. De hecho, se calcula que los españoles consumimos alrededor de 10,44 millones de hectolitros, según los últimos registros de 2022.
Aunque en prácticamente cualquier punto del país podemos disfrutar de una buena copa, hay algunos pueblos de nuestra geografía que destacan por la alta calidad de sus vinos y que resultan imprescindibles para todos aquellos que disfrutan del turismo enológico. Si estás pensando en organizar una escapada de cara a semana santa y no sabes a dónde ir, toma nota: estos pueblos pueden ser la opción ideal.
Cuando hablamos de vino tinto de alta calidad, hay una Comunidad Autónoma que suele saltarnos a la mente: La Rioja. Y no es para menos, considerando que esta región alberga la Denominación de Origen más antigua de España.
De entre todos los pueblos y ciudades que conforman esta Comunidad, hay uno que destaca por su producción de vino: Briones, un pequeño pueblo medieval de poco más de 700 habitantes ubicado en la comarca de Haro, al noroeste de la provincia.
Los vinos que se producen en Briones son en su amplia mayoría tintos, tienen un intenso sabor y gozan de una gran reputación dentro del sector. Entre sus bodegas más destacadas, se encuentran las de Vivanco, las de Miguel Merino, las de Betaloza y las de Ruesgas-Amarita, entre otras.
Castilla La Mancha es la Comunidad Autónoma que más vino comercializa, pero en toda la región hay un lugar que destaca sobre los demás por la calidad de su producto: Valdepeñas, una ciudad con aproximadamente unos 30.000 habitantes ubicada en Ciudad Real y que da nombre, precisamente, a una Denominación de Origen protegida muy apreciada tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
En Valdepeñas, los turistas no solo podrán consumir unos vinos de gran intensidad y complejidad, sino que podrán disfrutar de la Ruta del Vino de Valdepeñas, un recorrido creado en 2018 para poner en valor el sector vinícola de la zona y en el que podrán visitar cinco bodegas locales: Megía e hijos, Félix Solís, Bodegas Real, Navarro López y la Cooperativa Vinícola Valdepeñas.
Castilla y León es otra de las Comunidades Autónomas que destaca por su sector vinícola. Uno de los pueblos que merece la pena visitar es Peñafiel, un pueblo de unos 5.000 habitantes ubicado en la provincia de Valladolid en el que no solo se puede disfrutar de una buena copa de vino, sino también de un interesante patrimonio cultural, con enclaves tan destacados como el Castillo de Peñafiel, una fortificación del siglo X declarado Monumento Nacional en 1917.
Declarado Conjunto Histórico Artístico desde el año 1999, Peñafiel es uno de los puntos principales de la Ruta del Vino Ribera del Duero, junto con Aranda de Duero, San Esteban de Gormaz, Peñaranda de Duero y Roa. Los amantes del turismo enológico no podrán perderse su Museo Provincial del Vino, y aquellos que viajen con tiempo también podrán acercarse a Tordesillas, otra localidad vallisoletana en la que se encuentran algunos de los viñedos más antiguos del país.
Terminamos nuestra lista con un pequeño pueblo ubicado en la provincia de Álava: Elciego, una localidad de menos de 1.000 habitantes que alberga uno de los mejores viñedos del mundo. Hablamos de las Bodegas de los Herederos del Marqués de Riscal, que ha sido elegida por segundo año consecutivo como el segundo mejor viñedo del mundo en el World's Best Vineyards 2022, un ranking anual en el que se recogen los mejores destinos enológicos del mundo.
Fundada en 1858, esta bodega tiene más de 160 años de historia y ofrece a sus visitantes la posibilidad de conocer su historia a través de sus históricos edificios y de conocer de primera mano el proceso de elaboración del vino. Una oportunidad única para los amantes del buen vino.